sábado, 15 de diciembre de 2018

Kafka en la orilla 
Haruki Murakami) 


Afortunadamente no es la primera novela que leo de este autor. Empecé con “De qué hablo, cuando hablo de escribir”. Como me gustó porque comparto con el autor la afición por la lectura y la escritura, continué con “De que hablo, cuando hablo de correr”, porque también comparto el gusto por correr a diario. Una vez me familiaricé con él quise conocer su obra y comencé con “Hombres sin mujeres”, en él Murakami muestra la soledad de los hombres que han perdido a una mujer. Es un compendio de siete historias con las que pretende "transmitir el aislamiento y lo que este implica emocionalmente" de hombres que han perdido a una mujer. Reflexiona en todos estos relatos sobre la soledad que se experimenta antes, después o incluso durante una relación amorosa. Todos estos hombres son protagonistas, pero en verdad, son las mujeres las verdaderas protagonistas, son ellas quienes se aparecen en cada momento de sus soledades para atormentarlos, enamorarlos o imposibilitarlos, porque no hay dudas que la vitalidad de estos hombres pasa por ellas.
Mi curiosidad hizo que continuara con sus novelas, en esta ocasión “Kafka en la orilla” cayó en mis manos porque me pareció un título poderosamente atractivo. La novela cuenta dos historias que nunca se cruzan, y que sin embargo –y éste es uno de los grandes temas del libro– se comunican de manera inconsciente.
Los capítulos impares cuentan la historia de Kafka Tamura, un adolescente que, el día de su decimoquinto cumpleaños, decide fugarse de casa sin otra carga que una mochila y sin otra compañía que la voz de un chico llamado Cuervo; el adolescente se ha dado a sí mismo el nombre que lleva, y ese bautizo tiene que ver con la convicción de que Kafka quiere decir “cuervo” en checo; y de alguna manera las razones de la huida tienen que ver con una maldición que le ha lanzado su padre, según la cual Kafka repetirá el destino de Edipo, dando muerte a ese mismo padre y acostándose con su madre y su hermana.
Los capítulos pares, por su parte, se ocupan de Satoru Nakata, un hombre de sesenta años que, durante una excursión infantil a recoger setas, fue víctima de un coma colectivo que en la novela permanece inexplicado; al despertar, Nakata es el único de los afectados que ha perdido la capacidad de leer y la inteligencia en general, pero a cambio ha recibido el misterioso don de hablar con los gatos.
Conforme vas leyendo la novela piensas como se van a vincular ambos protagonistas, aunque el vínculo es metafórico. “El mundo es una metáfora”. Representa un proceso de maduración del que ambos protagonistas parecen huir.
Kafka es un adolescente, al que le cuesta madurar; pero Nakata es un viejo que se ha quedado de algún modo estancado en una vida infantil, y la señorita Saeki tiene la curiosa costumbre de aparecerse, con el cuerpo de cuando tenía 15 años, en la habitación donde duerme Kafka.
Es una novela que invita a seguir viviendo y a disfrutar de la vida. Exige al lector que se entregue y que se deje llevar. Es una novela atrevida, y conmovedora; quien no logre esta entrega, se quedará fuera, repitiendo como la señora Saeki: “El hecho de escribir ha sido importante. Aunque lo que haya escrito, como resultado, no tenga ningún sentido.” Murakami escribe sobre la dualidad. Pero no se trata de elegir, entre bueno y malo. No juzga, sólo apunta entre lo real y lo soñado. Y el mayor logro es que el lector no sabe cuál es cuál y puede elegir su propia postura. Como dicen los personajes: "No logras hallar la línea que separa los sueños de la realidad. Ni siquiera encuentras la frontera entre los hechos reales y las posibilidades. Lo único que sabes es que, ahora, tú te encuentras en una posición delicada. En una posición delicada y, peligrosa." Así se encuentra el lector después de encontrarse con Kafka en la orilla, tanto que una vez que terminas el libro no quieres empezar con otro hasta que no te tomas el tiempo necesario para digerirlo, reflexionando acerca de él, la música, los sueños, el dibujo de “Kafka en la orilla del mar”, de todos aquellos ingredientes de la cultura popular que el autor utiliza como guiños para atraer más a sus lectores.
El hombre de los círculos azules 
(Fred Vargas) 


Desde hace cuatro meses aparecen unos círculos de tiza azul acompañados de una frase de noche en las calles de París:
«Víctor, mala suerte, ¿qué haces fuera?»
En el centro de los círculos aparecen objetos perdidos, objetos muertos ya sin dueño y pesados pues ante todo el misterioso autor de los círculos no puede permitirse el lujo de dejar que el viento se los lleve y destruir su obra.
El comisario Jean-Baptiste Adamsberg sigue la pista en todos los periódicos, siente que el misterio de los círculos no acabará aquí y que pronto el mal augurio que llevan consigo acabará en algo peor. Un día el cadáver de una mujer degollada en el centro de uno de los círculos le dará la razón, la primera víctima Madelaine Chatelain, soltera sin demasiada variedad ni nada significativo en su vida, aparentemente una muerte sin sentido. El inspector Danglard ayudará a su nuevo jefe a llevar la investigación sobre `el hombre de los círculos azules`. Pueden sospechar por los indicios en un solo autor de los hechos ya que el cadáver no mancha con su sangre, ni roza la línea de tiza azul, demasiada casualidad.
Jean-Baptiste Adamsberg es un policía de lo más peculiar y raro, pero ha llegado a convertirse en comisario de uno de los distritos de Paris. Su estilo es poco académico, se basa en la intuición y en lo que le producen los sospechosos. Es un personaje enigmático con una vida privada tan desordenada como desconocida, que le hace chocar con sus compañeros, como con el inspector Danglard, pero que, viendo el éxito de sus misiones, al final todos tienen que reconocer su valía.
La novela negra de Fred Vargas se basa, como todas, en la resolución de uno o varios asesinatos, pero su forma de escribir es distinta, lo que hace que sus novelas sean especiales. Leer a Fred Vargas no es sencillo, pero merece la pena. Sus personajes son difíciles para el lector, poco abiertos, y más huraños que de costumbre. De Adamsberg, Mathilde o Charles, sabemos poca cosa, ya que a la autora no la interesa ponernos en antecedentes, La trama va despacio, avanzando y dando giros imprevisibles sólo cuando le apetece a la autora. Y aún con todo esto, la lectura es muy buena.
Fred Vargas, seudónimo de Frédérique Audoin-Rouzeau, es una escritora francesa. Vargas es licenciada en Historia y Arqueología. Sus novelas se desarrollan habitualmente en París, siendo su protagonista el inspector jefe Adamsberg y su equipo. Sus novelas han sido traducidas a varios idiomas, y ha obtenido numerosos premios internacionales como reconocimiento a su obra, como el International Dagger, el Premio de las Librerías Francesas o el 813 a la mejor novela en francés. En el año 2018 obtuvo el Premio Princesa de Asturias de las Letras.
Además, parte de la obra de Vargas ha sido adaptada al cine y a la televisión.

jueves, 13 de diciembre de 2018

Caperucita en Manhattan 
(Carmen Martín Gaite) 


Martín Gaite dibuja “muchos de los trazos del perfil psicológico de sus heroínas infantiles o adolescentes”. La protagonista, Sara Allen es una niña con “complejo de superdotada” que observa la realidad que la rodea con ojos muy críticos, que no aguanta la monotonía de su rutina familiar, y que tiene un ansia de aventuras y libertad. La segunda parte de la novela precisamente se titula “La aventura”, y describe las andanzas de Sara por Nueva York, en compañía de Miss Lunatic; pero durante toda la primera parte, cinco capítulos, somos testigos de cómo Sara-Caperucita se refugia en el mundo de sus lecturas, de la ficción, para satisfacer esas ansias de libertad.
 En su inocencia infantil, Sara todavía no ha aprendido a separar la realidad de la ficción. En su mundo, la fantasía ocupa un lugar de honor. Los personajes de la ficción y los reales, en ese mundo, están en un mismo plano y, con frecuencia, yuxtapuestos.
Carmen Martín Gaite decía en su obra El cuarto de atrás que “la literatura es un desafío a la lógica”; esta mezcla entre realidad y ficción que caracteriza el mundo de Sara Allen es una muestra de ese desafío. Los tres primeros libros que Sara-Caperucita lee son las historias de Robinson Crusoe, Alicia en el país de las maravillas, y Caperucita Roja. Las aventuras de estos personajes le permiten escapar de su realidad, de sus limitaciones. Por diferentes que sean estas tres historias, la niña ve en ellas lo que tienen en común, se convierte en una crítica literaria. Aunque no tan distintas, porque la aventura principal era la de que fueran por el mundo ellos solos, sin una madre ni un padre que los llevaran cogidos de la mano, haciéndoles advertencias y prohibiéndoles cosas. Por el agua, por el aire, por un bosque, pero ellos solos. Libres. Y naturalmente podían hablar con los animales, eso a Sara le parecía lógico. Y que Alicia cambiara de tamaño porque a ella en sueños también le pasaba. Y que el señor Robinson viviera en una isla, como la estatua de la Libertad. Todo tenía que ver con la libertad.
Esta obra está contada en tercera persona, por un narrador omnisciente, que no forma parte del mundo que describe, pero que conoce absolutamente todos los detalles de ese mundo. Se trata de un narrador que es un tanto parcial, de todos modos, pues permite que el final de la historia en la que Sara es protagonista sea diferente. No necesita regresar a su realidad cotidiana, su aventura se continúa: gracias a una moneda que le da Miss Lunatic, puede llegar, a través de una alcantarilla, a la Estatua de la Libertad.
Las aventuras de Sara, como las de Robinson, Alicia, o Caperucita, tienen que ver con la libertad; pero en esta nueva Caperucita la fantasía vence a la realidad, la literatura desafía a la lógica. Todas estas casualidades tienen a Sara como centro, ya que todos los personajes importantes de la trama de esta novela se encuentran por medio de la niña. Ese narrador externo al mundo narrado, quien manipula todos sus hilos, no es objetivo; gracias a todas esas coincidencias, puede la fantasía predominar sobre la lógica.
El espacio en el que transcurren las obras es otro aspecto que es interesante comparar. Para llegar desde su propia casa a la casa de su abuela, la Caperucita tradicional debe atravesar un bosque, un espacio peligroso por su naturaleza (oscuridad, frondosidad, animales que lo habitan, etc.), pero también por lo que simboliza. El bosque de Caperucita en Manhattan es mucho más grande: la acción transcurre en la ciudad de Nueva York, y el bosque incluiría todas las calles del trayecto entre Brooklyn y Manhattan que Sara y su madre recorren todos los sábados cuando van a visitar a Rebecca Little, la abuela. Vivian Allen se siente atemorizada ante este viaje, y siempre agarra fuertemente la mano de su hija, para protegerla. Por el contrario, Sara se siente viva durante esos viajes, atenta a observar absolutamente todo lo que la rodea, porque rompe su monotonía y le muestra la pluralidad del mundo. En particular, Central Park es motivo de temor para la madre, pues, según las noticias ciudadanas, hay un delincuente suelto (“el vampiro del Bronx”). Por el contrario, tanto Rebecca Little como Miss Lunatic animan a Sara a descubrir ese espacio (del mismo modo que la animan a hacer uso de su imaginación). Caperucita en Manhattan termina de forma diferente al cuento tradicional que parodia.
La Sara Allen crítica literaria de narraciones infantiles, se siente decepcionada ante el final de las obras que lee, como hemos indicado anteriormente. Después de hacer volar la imaginación con sus aventuras, a los personajes (y a sus lectores) se les obliga a regresar al mundo real, regido por la lógica, no por la fantasía. Eso no puede ocurrir con la historia de la propia Sara. Miss Lunatic da a Sara-Caperucita una moneda que, insertada en una ranura determinada, va a permitirle llegar a la Estatua de la Libertad, continuando sus aventuras lejos de las limitaciones impuestas por su protectora madre. Sin duda alguna, el tema de la libertad, y el de la frontera entre realidad y fantasía, protagonizan esta novela. Si por un lado tenemos la reflexión anteriormente citada, también tenemos en este final una referencia obvia a Alicia en el país de las maravillas. La Sara que se introduce por la alcantarilla en busca de la Libertad está iniciando un viaje fantástico que será, tal vez, similar al de Alicia. La obra de Carroll está muy presente en este final de la novela, pero sus ecos nos han perseguido a lo largo de toda ella. La libertad para ser ella misma es lo que espera a Sara al otro lado del túnel.
 Caperucita en Manhattan se presenta como una novela ágil con la que Martín Gaite ofrece su particular perspectiva del cuento infantil. Un viaje cargado de escenas emotivas, de momentos entrañables y de recuerdos, en una dulce y sabrosa combinación que surtirá efecto en la vida de cada uno de los personajes, marcando de nuevo el camino a seguir. Después de todo, los patrones no tienen por qué repetirse. Y si eso sucede, siempre podrás tomarle la mano a la pequeña Sara y gritar con ella:
 - «¡Miranfú!»
 Descubre su mundo, ella te contará encantada el significado de su mensaje.
Una delicia de lectura, una evocación a nuestro lado más tierno e ingenuo, que no viene mal en estos tiempos de prisas y feroz materialismo.

jueves, 11 de octubre de 2018

El despertar 
(Kate Chopin) 

La vida de Kate Chopin parecía que iba a ser muy normal. Nació en Saint Louis (Missouri) en 1851 y a los 19 años se casó con un banquero de Nueva Orleans, donde vivió gran parte de su vida, de modo que tanto el paisaje del sur, como las costumbres criollas estuvieron muy presentes en su obra.
La vida de Chopin dio un vuelco cuando falleció primero su marido y después su madre. Entonces, empezó a escribir. Publicó una novela, At Fault, y dos libros de relatos, Bayou Folk (1984), y A Night in Arcadia (1897), así que cuando se publicó El despertar (The Awakening) en 1899, cinco años antes de la muerte de la autora en 1904, esta ya era una personalidad reconocida. Ahora bien, El despertar llegó más lejos que cualquiera de sus obras anteriores. De inmediato, los lectores y críticos contemporáneos de Chopin, incluso quienes ya conocían su obra previa, se dieron cuenta de que El despertar no era una novela más: estaba llena de elementos subversivos. Chopin había tomado la novela de adulterio tradicional y la heroína enamorada del amor habitual, y la había diseccionado para crear otro ser e insuflar vida a un personaje que cuestionaba tradición y convenciones.
Inmediatamente (estas reacciones viene de muy antiguo), se descalificó la obra por feminista y escandalosa. Incluso se la tachó de obscena, porque la protagonista, Edna, exploraba su deseo sexual sin remordimiento. No obstante, pese a todas estas críticas, pocos llegaron a dudar del talento literario de la autora (al contrario de lo que ocurriera, por ejemplo, con las hermanas Brontë); más bien, algunos críticos lamentaban que Chopin desperdiciara su talento escribiendo algo tan deleznable, en su opinión, como El despertar.
Como la transgresora protagonista de su novela, Kate Chopin también pagó caro contradecir la tradición. El despertar fue retirada de la Biblioteca de St. Louis, y a Kate Chopin se le prohibió la entrada al Club de Bellas Artes de St. Louis.
Dos años después de la muerte de Chopin, es decir, en 1906, la editorial volvió a imprimir la novela, y sus ejemplares se agotaron. Tuvieron que pasar más de 60 años, 63 concretamente, para que la obra volviera a publicarse en Estados Unidos, y en 1976 se publicó la primera edición crítica. A España llegó de la mano de Hiperión en 1986, en la edición antes citada. Y siguiendo la corriente de estudios críticos que han reivindicado la obra de Chopin, como precedente incluso de D.H. Lawrence, y la han analizado exhaustivamente, en España es ahora una obra que se lee en las facultades de literatura inglesa.
En 2011, Alba publicó, de nuevo de la mano de Olivia de Miguel, sus obras completas traducidas en un solo volumen. "Virtudes y elogio de una adúltera casual: Edna Pontellier despierta".
El despertar trata una temática feminista. Visto en perspectiva, las críticas eran esperables y lógicas. Con la creación del personaje de Edna Pontellier, mujer que toma consciencia de sí misma como sujeto libre, que cuestiona el papel tradicional de la mujer como esposa amantísima y que, incluso, se atreve a dudar y relativizar sus sentimientos de madre, Kate Chopin disparaba a los cimientos de la ética puritana burguesa. Y además no se podía recurrir a la descalificación literaria. Chopin era una mujer culta, bilingüe, traductora por ejemplo de Guy de Maupassant. Por tanto, conocía a la perfección el canon y sabía cómo atacar sus convenciones con sus propias armas. De ahí que El despertar se considerara tan peligroso.
Mrs. Pontellier decide explorar las posibilidades de su libertad en todas las facetas de su vida, incluida la sexual, sin que la autora lo repruebe en ningún momento, al contrario. De hecho, el adulterio en esta novela no es más que una anécdota. La verdadera subversión reside en que una mujer tome consciencia de su ser como sujeto, y como tal reclama una serie de derechos. En consecuencia, también, empieza a desatender las convenciones que la aburren soberanamente (lo que se ejemplifica Chopin con gran sutileza e ironía cuando se explica que Edna deja de atender a la visitas, y de devolverlas).
Edna no vive ninguna ensoñación, ni espera encontrar la felicidad en brazos de otro hombre. Busca una vida que la llene, que la haga sentir completa; quiere vivir una vida consciente, tomar sus propias decisiones y tomar riesgos fuera de jaulas de oro. Cito unas líneas de la novela que resumen su esencia: «En resumen, Mrs. Pontellier estaba empezando a ser consciente de su posición en el universo como ser humano y a reconocerse como individuo en su relación con el mundo exterior y su propio mundo interno».
Uno de los momentos más bellos de la novela se produce cuando Edna se entrega al mar, para nadar, y allí, en plena comunión con la naturaleza, se siente libre de toda atadura.Todos vivimos limitados y constreñidos por convenciones sociales, por ese terrible “qué dirán” y la necesidad de preservar el orden de las cosas tal y como está. Edna se abre paso a lo largo de la novela, y se compara, por ejemplo, a otras mujeres que sí son felices siendo esposas amantísimas, y ve lo diferente que es de ellas. Es decir, toma conciencia de su diferencia como sujeto. Tampoco se ve como una cínica amargada y resentida. Ni está dispuesta a dejarlo todo para ir detrás de un hombre. Y poco a poco, desde su cuarto propio, un pequeño ático que ella llama el palomar, se da cuenta de que nunca podrá ser libre, y vuelve al mar y a la naturaleza por última vez para llevar a cabo la reivindicación última de su libertad. Se adentra en el océano para morir. Opta por el suicidio como salida, pero no impulsada por circunstancias económicas o de honor.
Edna intenta librarse de las ataduras de su hogar, salir de esa jaula donde la mantienen como un bello ruiseñor, pero solo consigue acabar en otra jaula, un ático al que no casualmente llama palomar. En definitiva, es consciente de que en ese mundo nunca va a poder ser libre, ni vivir plenamente. Y tras su despertar, no puede volver a la vida, al papel al que la sociedad de su época la relega. Su mente es libre, pero una mujer normal, que ha dejado a su marido y a sus hijos, nunca podrá llevar una vida plena en el Nueva Orleans del Fin de Siglo. Así que Edna opta por entregarse al lugar en el que se sintió libre por primera vez, el mar: allí decide acabar su vida, en un acto de serenidad y de comunión con la naturaleza, con la que se funde en un acto de desprecio definitivo a las convenciones.
El despertar está lleno de imágenes bellísimas, porque la prosa de Chopin es reivindicativa, sí, pero también ágil y poética, capaz de decir mucho con esa sencillez elegante que utilizan los maestros escritores.
En El despertar podrán verse reflejados en el viaje de autodescubrimiento de Edna, sean ustedes hombres o mujeres: ¿Qué hay más humano que querer ser feliz sin renunciar a ti mismo? Pues ese, señores lectores, es el único deseo y pecado de Edna Pontellier, y lo fue también, al publicar El despertar, el de Kate Chopin. Pero ese pecado es también una de las maneras más seguras de hacer historia en la literatura.

domingo, 30 de septiembre de 2018

La bruja 
(Camilla Läckberg)


La bruja es la décima novela de la saga “Los crímenes de Fjällbacka" ambientada en la región costera en la que nació y creció Camilla Lackberg.
La desaparición de Linnea, una niña de cuatro años, de una granja en las afueras de Fjällbacka, despierta trágicos recuerdos. Hace treinta años, una niña desapareció de la misma granja y luego fue encontrada asesinada. En esa ocasión, dos niñas de trece años fueron acusadas y condenadas de secuestrar y matar a la niña, pero por su corta edad se libraron de la cárcel. Lo que nadie se esperaba es que justo con la nueva desaparición, una de las hermanas condenadas acaba de regresar por primera vez desde lo ocurrido, ahora como célebre actriz para interpretar a Ingrid Bergman en una película que se grabará en el pueblo. Además, a los pocos días de iniciar la búsqueda de la niña desaparecida, será encontrada desnuda y muerta, justo en el mismo lugar en el que fue encontrada la otra niña asesinada, hace treinta años.
Con esta premisa se inicia una aventura entre el pasado y el presente en la que Patrik Hedström, junto con su equipo y su mujer Erika, tendrá que enfrentarse a una muerte que se entrelazará con otros hechos que podrán a prueba, por décima vez, al pueblo de Fjällbacka.
Lo habitual en las historias de Camilla es que se entremezclen varias líneas temporales y en este caso, lo vuelve a cumplir. Por un lado, tendremos el presente en el que se investiga la muerte de Linnea y por otro lado, la investigación que está realizando Erika para su último libro sobre la niña que fue asesinada hace treinta años. A estas dos historias se sumará una tercera que nos adentrará en 1672, en Bohuslänt con una mujer llamada Elin que vive en plena cacería de brujas. Por más que no sabemos hasta el final del libro (literalmente) cuál es la relación de Elin con los asesinatos, en esta época las cacerías de brujas están de “moda” y cualquier mujer podía ser acusada de serlo por lo que Elin, que vive con su hermana y el marido de esta que es un pastor, se va a ver metida en medio del drama.
En “La bruja” realmente no hay ninguna bruja, de ahí que una de las frases promociónales del libro haya sido “No te fíes del título ni de la portada. El libro no es lo que parece”. Sin embargo me parece una elección de título inteligente porque lo que sí que hay es una caza de brujas, en muchos aspectos, en las tres historias que narra.
Toca muchísimos temas como por ejemplo el racismo, las agresiones sexuales y el bullying, entre los que difieren de las anteriores historias y hacen que la novela y la serie sean aún más completas.
Camilla Läckberg (Suecia, 1974) publicó en 2003 su primera novela, La princesa de hielo, ambientada en Fjällbacka, la región costera en la que nació y creció. Debido a su gran éxito, abandonó su carrera como economista y se convirtió en la escritora de novelas de misterio que siempre soñó ser. Desde entonces, su trayectoria ha sido fulgurante y ha superado los veinte millones de ejemplares vendidos en más de cincuenta países con su serie Los crímenes de Fjällbacka. Para la autora las brujas de Sagan son siempre mujeres malvadas, pero para ella la palabra “bruja” tiene más bien una carga positiva. Después de leer sobre las persecuciones por brujería en Bohuslän, queda claro que la mayoría de las mujeres acusadas y asesinadas eran mujeres fuertes e independientes con un conocimiento que muchas otras mujeres y hombres no tenían. Por lo tanto, se las veía como una amenaza y se convirtieron en una suerte de víctimas cuando comenzó la caza de brujas.

miércoles, 12 de septiembre de 2018

La mujer habitada 
(Gioconda Belli)


Gioconda Belli es una poetisa y novelista nicaragüense que formó parte del Frente Sandinista de Liberación Nacional y cuya oposición a la dictadura del general Somoza la llevó a una condena a prisión y al exilio político. Después del triunfo sandinista ocupó distintos cargos en el gobierno, abandonando todos ellos para escribir ésta su primera novela. La mujer habitada, publicada en 1988, fue la primera incursión de Gioconda Belli en el género de la narrativa, pues todas sus publicaciones anteriores a esta obra fueron obras poéticas. La novela obtuvo un éxito de crítica y de ventas casi inmediato, a pesar de ser la ópera prima narrativa de la autora, a quien el éxito le llegó un tanto por sorpresa.
"La mujer habitada" nos habla de dos épocas y de dos mujeres cuyas vidas tienen varios nexos de unión en común como es la lucha contra el poder vigente: Itzá, una indígena que en primera persona nos narrará la época precolombina y su lucha contra los colonizadores españoles para defender su raza. El personaje Itzá vive un intenso amor – con el guerrero Yarince – al lado de quien lucha contra los conquistadores españoles. Es asesinada por los colonizadores y pasa a formar parte de la tierra durante siglos. Con el pasar del tiempo, Itzá florece nuevamente reencarnándose en un naranjo, que está ubicado en el patio de la casa de Lavinia. La guerrera se sorprende al reconocer que había vuelto para el mundo respirando a través de un nuevo cuerpo. Este naranjo que crece, floreciendo y dando frutos, en el jardín de la casa de Lavinia, es el puente para que Itzá vuelva a la vida por el cuerpo de Lavinia, que se verá “regada” por la fuerza de resistencia de la guerrera al beber un jugo hecho de las naranjas de sus ramas. Y Lavinia, joven arquitecta de los años 70, que al terminar sus estudios en Europa ve su país con ojos diferentes. Mientras trabaja en un estudio de arquitectos, Lavinia conoce a Felipe, y la intensa pasión que surge entre ambos es el estímulo que la lleva a comprometerse en la lucha de liberación contra la dictadura de el Gran General.
Lavinia, encarna el personaje principal de la novela de Belli, joven arquitecta recién llegada de Europa. Distanciada de sus padres y apegada a tu tía Inés y a su abuelo, quienes la apoyaban en sus sueños y le brindaban el amor que sus padres, por estar concentrados en el trabajo, no se lo brindaron, como ella deseaba en su interior. Al regresar a Faguas, su ciudad natal, vive en la casa de su difunta tía y trabaja en una empresa de arquitectos, donde conoce a Felipe, quien se convertiría en su gran amor y compañero de un nuevo proyecto secreto.
Itzá, fue una joven guerrera de una tribu aborigen, que luego de aprender el manejo del arco, se unió a los guerreros para defender su territorio y echar a los extraños (los españoles) y su falso dios. Pero al ser mujer, los integrantes de diferentes tribus, no la tomaban en serio al momento de reclutar guerreros y pedir ayuda para combatir; incluso no era admitida en las reuniones donde se tomaban las decisiones más importantes. Se puede decir que, en un sentido, es un personaje principal porque al introducirse en Lavinia como el jugo de una naranja, juega un papel importante e influyente en las decisiones de ésta, a través de sus sueños, de su inconsciente, ayudando a aclararle las dudas, ofreciéndole las respuestas.
La novela se sitúa en Faguas, la ciudad imaginaria de origen de la protagonista, perteneciente a América latina. En esos momentos, se vive la dictadura del Gran General, donde la pobreza y el temor conviven en la vida cotidiana de la clase obrera.
Se exponen en la novela los contrastes entre la clase obrera, la burguesía y la casta militar. Respecto a esta última, detentadora del poder, intenta integrarse en la clase burguesa adinerada, como forma de obtener el reconocimiento social, pero la burguesía no les cree dignos de moverse en sus círculos. Aún así, desde los círculos militares se intenta emular a los ricos y realizan todo tipo de ostentaciones para mostrar su poder. La familia Vela es un ejemplo de ese intento por parte del poder militar de igualarse o superar a la burguesía adinerada. La burguesía adinerada se muestra distante ante las consecuencias sociales de la dictadura -el miedo, la miseria, etc- viviendo en sus círculos cerrados con todas sus comodidades y aceptando la realidad como natural e inmodificable.
La novela trata de mujeres luchadoras, mujeres que buscan la libertad.
Además de el amor. El amor que nos presenta Belli en esta historia, no es un amor total ni perfecto, porque siempre está lastrado por los ideales de las protagonistas.
La lucha contra los miedos interiores, contra las sociedades que a cada una le tocó vivir, la discriminación social y política, hacen devenir las vidas de las dos protagonistas hacia un final que pretende demostrar que el espíritu de sacrificio merece la pena si los ideales por los que se luchan son justos.
La vida es un ciclo, que la historia se repite y que, precisamente por ello, debemos siempre aprender de nuestro pasado por muy lejano y ajeno que nos parezca.
 Dos historias que, por muy dispares que aparenten ser, nos muestran la resistencia, la fuerza, la solidaridad y nos enseñan que en cualquier época los sacrificios son necesarios para lograr un cambio.
La prosa de Gioconda Belli está llena de poesía. Su forma de escribir es elegante, sensible, culta, dulce incluso en los momentos más crudos de la novela que son muchos.
Es un placer leer libros tan bien escritos con los que disfrutas no sólo de la historia sino de la narración en sí misma.
 Una novela en la que se mezclan historia y ficción, realidad y magia y en la que se tratan temas no sólo políticos sino que nos habla también de amor, de pasión...
 Nos recuerda que siempre se puede luchar por un mundo mejor y más justo y nos insiste en que la resignación nunca es ni la solución ni el camino para llegar a ese mundo.
Nos muestra muy especialmente la necesidad de vivir "habitado" ya que sólo así conseguiremos una vida plena en contraposición a una vida vacía e indiferente que viene a ser una muerte en vida.

 "Viviremos en el crepúsculo de las alegrías, 
en el amanecer de todos los jardines. 
Pronto veremos el día colmado de la felicidad. 
Los barcos de los conquistadores alejándose para siempre. 
Serán nuestros el oro y las plumas, el cacao y el mango. 
La esencia de los sacuanjoches. 
Nadie que ama muere jamás"muere jamás"

martes, 17 de julio de 2018

La vida secreta de las abejas 
(Sue Monk Kidd) 


Sue Monk Kidd es una escritora norteamericana nacida en 1.948 en el estado sureño de Georgia. Comenzó en el mundo de la literatura a los cuarenta años, tras haber dedicado los veinte últimos de su vida a la enfermería. Tras recibir unos cursos de escritura en la universidad, en 1.988 publica su primer libro. En el año 2.002 vería la luz su primera novela, 'La vida secreta de las abejas', por la que es sobre todo conocida. Con ella ocupó los primeros puestos en las listas de ventas durante más de tres años. Ha sido llevada al teatro y al cine en 2.008. En 2.006 se publicó la novela 'El secreto de la sirena' y un año después editaría 'La primera luz del día'.
La protagonista de la novela es Lily Owens, una joven de 14 años que vive junto con su padre T. Ray y su niñera negra, Rosaleen, en una plantación de melocotones de un pueblo de Carolina de Sur. Su madre falleció cuando ella tenía 4 años y las circunstancias de su muerte son un misterio para Lily.
Nos encontramos en el año 1964 y la Ley de Derechos Civiles acaba de ser aprobada. Por medio de esta ley se prohibiría la segregación racial y se permitiría a los negros registrarse para votar.
El día que Rosaleen, en compañía de Lily, intenta registrarse para votar, son atacadas por un grupo de racistas y Rosaleen acaba yendo a parar a la cárcel donde posteriormente es vuelta a maltratar, acabando en el hospital. Lily sabe que tiene que sacar a Rosaleen de allí, ya que las tensiones raciales son muy violentas y teme por su vida. Puesto que la relación con su padre es cada día más insoportable, Lily decide rescatar a Rosaleen y huir juntas del pueblo.
Así inician un viaje con Tiburón como destino, pueblo que figura inscrito en el reverso de una Virgen Negra que Lily conserva como recuerdo de su madre. Allí serán acogidas en la casa de tres hermanas negras que se dedican a la apicultura: August, June y May (en español, serían Junio, Mayo y Agosto). Se llamaban así porque su madre les ponía el nombre del mes en el que nacían y tenían por costumbre, celebrar y ser festejadas durante todo el mes de sus cumpleaños  En este lugar Lily comenzará una nueva vida en la que aprenderá no solo apicultura, sino a vivir y a encontrar su sitio en la vida, enfrentándose para ello a sus recuerdos.
Lo más destacable del libro son los personajes, prácticamente todos femeninos y con los que te encariñas desde el principio. Son personajes muy bien definidos y reales, parecen tomados de la vida misma. August destaca por su sabiduría, es una mujer con mucha fuerza y muchos conocimientos y con un corazón lleno de bondad. Es en ese lugar maravilloso donde Lily encuentra un hogar. Quizás August habría dicho que aprendió a ser sabia, ecuánime y generosa de las abejas. La primera vez que va con Lily a la colmena, le dice que debe dejar que el amor fluya de su corazón para que las abejas puedan sentirlo y de esa manera, no quieran picarle. Es dando amor, como podemos sanarnos a nosotros mismos, y apreciar a los demás, celebrando lo que son. August parecía entender y darle espacio a los demás para ser lo que eran…así se lo dio a Lily, esperando que ella estuviera lista para contarle que es lo que hacía en Tiburón.
En sus páginas también nos encontramos con bastante información acerca del mundo de las abejas, como dice el título "su vida secreta". Sin duda, las abejas son las verdaderas protagonistas. La autora crea paralelismos entre estos insectos y los seres humanos, y gracias a esta obra el lector puede descubrir, asombrado, cuánto nos parecemos a ellas. Cada capítulo comienza con una referencia a la vida de las abejas.
Son, por tanto, los detalles más sutiles los que convierten 'La vida secreta de las abejas' en una novela especial, rica en matices que no son distinguibles a simple vista, pero que marcan la diferencia y son palpables.
'La vida secreta de las abejas' es un canto a la vida y a la esperanza. En ella somos conscientes de éste concepto tan actual la “Sororidad”, derivado del latín “soror” que significa hermana, este concepto se utiliza para referirse a la hermandad entre mujeres con respecto a las cuestiones sociales de género.

viernes, 29 de junio de 2018

El Sello de Santi 
(Luis Luna) 


Como dijo el editor, Ezequiel Teodoro, director de la editorial Avant, es un libro con alma, sabrá buscar a quien lo quiera leer, y se lo podrá leer, como se lee lo que no es de nadie. Y si tiene alma, y tiene nombre, EL SELLO DE SANTI, y le parece libro a Julio y Julia ¡es que lo es!
Y aparece con antecedentes pero sin tendencia. Y fue que cuando tuvo nombre y tuvo alma se escribió como si se tuviese un cuchillo en la garganta y una voz que repitiera: ¡Cómo nos aburras estás muerto! Quizás por eso fuera que se prefiriera no entender a aburrir.
Este Libro quiere honrar y agradecer al Viejo Galapagar por haberle dado respuesta no a la primera sino a la última pregunta: ¿A que he venido aquí? Y también quiere agradecer al Viejo Galapagar por su generosidad y confianza al abrir sus puertas de par en par, quizás porque sabía que la única intención era la de pintar los bancos de lunares.
Y cómo olvidar a aquella Mujer que una vez escribió: La distancia es algo que inventó el hombre para justificar el aburrimiento.
 ¿Y el Sello de Santi ? Eso es un secreto que quedó enterrado en el Viejo Galapagar.
Gracias
 Luís Luna
Tras encontrar fortuitamente el manuscrito que les presento a continuación, intenté localizar al supuesto autor, rastreando por todos los lugares y rincones que se describen en el texto, sin encontrar huella alguna. Solamente una vecina de Galapagar me hizo saber que había oído que se encontraba de retiro en Garabandal, para intentar acabar un texto teatral y un guión cinematográfico, que supongo serán los que aparecen reflejados en estos documentos.
 El autor, Luis Luna, dice que el primer motivo de interés desde su profesión de profesor de Matemáticas, practicante de yoga y de taichi, e interesado por la filosofía Taoísta, se basa en las relaciones que parece establecer el autor entre el pensamiento global y la inmovilidad, por un lado y el pensamiento deductivo y movimiento lento, por otro. Igualmente le ha interesado la relación que establece entre los tres espacios taoistas y los espacios de influencia de las tres Instituciones (Ayuntamiento, Iglesia, Escuela).
Y por encima de estas elucubraciones, se pregunta ¿cómo es posible que el Profesor Aizpún no estuviera en aquel departamento de matemáticas? Y habiendo encontrado en este proceso
El Sello de Santi, se abstiene de realizar comentario alguno al considerarlo algo de carácter estrictamente íntimo, aunque sí nos quiere comunicar que se trata de una serie de dos sellos en conmemoración del año santo compostelano 1965.
EL MANUSCRITO.
En el capítulo uno se cuenta como un profesor de matemáticas de la escuela de magisterio "María Díaz Jimenez" (año 1989 ) en el primer día de clase, se queda en blanco y exclama: No sé a qué he venido aquí....Tras aquella carta de presentación hubo más presentaciones como la de Carmen, que contó cómo había caído enferma por el estudio de la geometría, o la más radical de Nieves que explicaba que la educación no le había ayudado a penetrar en el sentido de la vida.... Y un acertijo les llevó a formar grupos de trabajo. El segundo trantran les llegó leyendo "El Principito". Y para fijar algunas premisas habrían reflexionado con el artículo del Catedrático de Física Don Jesús Lahera Claramonte, que aparece en el texto con el título "Sobre esta Universidad nuestra", y con el del Catedrático de Matemáticas Don Alberto Aizpún López, con su reflexión, "Premisas para un debate, Escuela Pública- Escuela Privada". Y antes, mucho antes, casi al comienzo del curso hubo un Encuentro entre Humanidades y Ciencias.... cuya consecuencia fue que al término de ese trimestre hubo que hacerse un test, pero no cualquier test. En el segundo trimestre parece que se sintió que era hora de organizarse e hincar codos. Y así se hizo. Y llegó el tiempo de prácticas, y se conoció en primera persona lo que se cocía en los coles. Y se reflexionó sobre la evaluación, pero de momento sólo eso; la cosa ya marchaba, para que asustarnos. Salimos del aula y escuchamos cantar "La Vida está en la calle”. Y tras esos momentos de Azar del primer trimestre, y esa Observación del segundo, se entró en el tercer trimestre, en el que surgió el Proyecto, "Míralo". Y más antes que después se leería "La Didáctica de la matemática que yo he vivido" de Don Alberto Aizpun López. Y se escuchó por todos los rincones de la Escuela el resonar de la traición.
En el capítulo dos “El encuentro”, se narra el encuentro con aquello que se había gestado durante esos nueve meses. Fue en el "Rincón del Silencio" y fue allí donde se leyó y se entendió lo que dijo el poeta Celaya "todo lo real llega por sorpresa".
En el capítulo tres llegaron “los regalos”: "Sobre la enseñanza de la Ciencia" de doña Mercedes Unamuno. "Historia de la Ciencia. Una sesión transcendental" de don Jesús Lahera Claramonte. "El negocio del arte" de don Fernando Polanco. "La filosofía en su lugar histórico" de don Antonio del Mazo de Unamuno.
En el capítulo cuatro “El expediente”, se muestra el punto 5 del acta del departamento en el que un sector mayoritario del departamento muestra su total desacuerdo con lo realizado por el profesor de marras, y posteriormente presenta una denuncia contra el profesor en el rectorado de la Complutense en el que "la demostración", tan en uso en matemáticas, brilla por su ausencia. En este capítulo también aparece la evaluación de los alumnos y alumnas, que, ciertamente, difiere de la opinión de este sector del departamento, así como la Declaración formal de guerra que presentaron l@s alumn@s en la Junta de Escuela.
En el capítulo cinco, titulado "¿A dónde vas?", se muestra los periplos acontecidos por el no profesor en su, quizás, intento de explicar lo ocurrido en aquel curso y el encuentro con Santi y su Sello. Para llegar a 1996 en donde impulsado por la Alcaldía de Galapagar se hace un llamamiento a todas las Instituciones de Galapagar para "encontrar un marco referencial en cuyo fondo palpite la Constitución".
Tras cuatro años de un trabajo intenso queda lo que queda. Luego teatrito y luego Partido del Mutuo Apoyo Romántico, y delirios, hasta llegar a 21. Y "Muerte y Limbo" y la película....y ganas de volver a vivir, o no, y todo seguramente para intentar explicar lo que ocurrió aquel 1989.
Trás ésta explicación y resumen del libro que hace su propio autor, ¿qué podemos añadir los lectores?
A mí me ha hecho reflexionar acerca de la enseñanza y de la didáctica de las matemáticas en concreto. He sufrido a malos profesores que me han hecho odiarlas, además de sentirme una inútil no sólo para las matemáticas, sino para las ciencias en general. Hasta que cansada de suspender los exámenes me planté y dije: Se acabó, de qué se trata ésto, no es en realidad aplicar el razonamiento, la lógica y el sentido común lo que se pretende. De manera que haciendo uso del más simple sentido común, y partiendo de la premisa de que para llegar a una solución se pueden seguir caminos y planteamientos diferentes, sin tomarte al pie de la letra todo lo que te habían enseñado, por fin fui capaz de aprobar la matemáticas y en el último curso disfrutar resolviendo derivadas e integrales y con los logaritmos y el número e.
El problema es que la enseñanza de ésta disciplina se aleja demasiado de la realidad para perderse en la más obscura abstracción y ésta es la causa de que nos perdamos en divagaciones sin llegar al quid de la cuestión y a encontrarle la enseñanza práctica.
Agradezco las lecturas que Luis nos muestra en su libro, él es consciente de los "regalos" que nos hace, porque después de todo me siento mejor y comprendo porque me costó tanto aprender matemáticas y no sólo yo sino a muchos alumn@s.
En cuanto al título "El Sello de Santi", mi interpretación es que es una acreditación al camino realizado, la superación de una etapa de la vida difícil de digerir. Os invito a leerlo, os aseguro que no os va a aburrir, al contrario, lo que no os va a dejar es indiferentes.

martes, 5 de junio de 2018

Todas las familias felices 
(Mercedes de Vega) 


De ésta novela la autora nos dice: “Con esta entrega regreso al universo que creé en mi anterior novela, Cuando estábamos vivos, para alcanzar el desenlace final de la saga de los Anglada, que explora las luces y las sombras que muchas familias guardan en su interior”.
Teresa Anglada, en el año 2003, ve cómo su vida de periodista de éxito se desmorona cuando una de sus hijas desaparece en el Museo de Arte Reina Sofía de Madrid sin dejar rastro. Presa del pánico, Teresa tarda en caer en un detalle: su hija Jimena ha desaparecido el mismo día que su padre, un veintiuno de diciembre. Y lo que todavía no sabe es que una de sus antecesoras murió en ese mismo lugar sesenta y siete años atrás, cuando el museo era el Hospital Provincial de Madrid, si bien nunca se encontró su cadáver. Teresa Anglada deja su trabajo y emprende una investigación para recuperar a la pequeña Jimena que la obligará a ahondar en la familia que nunca tuvo.
Este viaje al pasado y a la genealogía familiar, le enfrentará a Teresa a sus propios fantasmas, a la pérdida del padre, en 1970, y a saber realmente quienes son los Anglada, hasta alcanzar un clímax del que nadie saldrá indemne.”
El título de la obra, lejos de la complacencia, explora el profundo significado de la primera frese con la que Tolstói abre su novela Ana Karenina: “Todas las familias felices se parecen unas a otras; pero cada familia infeliz tiene un motivo especial para sentirse desgraciada”.
En ésta novela la misión de Teresa Anglada será limpiar el trágico sino de los Anglada. Al principio se suceden los capítulos en los que desaparecen Tomás Anglada un 21 de diciembre de 1970 y Jimenita Anglada el mismo día pero en el año 2003.Estos capítulos se van alternando hasta que Teresa toma las riendas de la historia y todo sucede en torno a su persona.
La novela se desarrolla en Madrid: Ciudad Lineal , Arturo Soria, y Museo Reina Sofía, antes Hospital Provincial, calle Pintor Eduardo Rosales ; Milmarcos, en Guadalajara cerca de Molina de Aragón, en la imaginada finca propiedad de los Anglada “Tres Robles” y en el Monasterio de Piedra.
Con esta novela la autora parece que salda cuentas pendientes con los Anglada y pone el broche final a la historia de ésta desdichada familia.
La novela le ha supuesto a su autora “un viaje interior” a su familia y a sus secretos.
“Mi padre -relata Mercedes de Vega- tan solo nos decía que él era un huérfano de la guerra. Jamás habló de ningún familiar”. Madrileña, miembro de una familia cuyos orígenes de judíos conversos ella ha encontrado en tierras del sur de Aragón, Mercedes de Vega concibe la escritura como una terapia, como una “medicina que cura las heridas” del alma. “Además de curar, me ha proporcionado paz”, reconoce quien habla también de “bálsamo”
Esta novela y la anterior “Cuando estábamos vivos”, ha permitido a la autora reencontrarse con familiares que ni siquiera sabía que existieron y descubrir lugares como el cementerio de la pequeña localidad de Milmarcos, en el extremo nororiental de la provincia de Guadalajara, limítrofe con Aragón, en el que halló la tumba de Francisco Anglada.
Lo ünico que empaña esta novela es la ausencia de corrección: erratas, faltas de ortografía, errores ortotipográficos, parece mentira que esta editorial no ponga más cuidado a la hora de editar sus libros, les hace un flaco favor a sus autores.

jueves, 24 de mayo de 2018

Crónicas de Islandia 
El mejor país del mundo 
(John Carlin) 


John Carlin, es escritor, periodista y guionista, hijo de padre escocés y madre española. Nació en Londres, vivió su infancia en Buenos Aires y estudió en Inglaterra, país en el que reside en la actualidad. Colabora en varios medios internacionales, entre ellos El País, donde escribe sobre política y deportes. Fue corresponsal en México, Sudáfrica y Estados Unidos para el diario The Independent. Crónicas de Islandia, corresponde a diferentes entregas publicadas en su totalidad en el diario El País entre 2006 y 2012.
Nos cuenta en el prólogo que después de haber vivido en nueve países y trabajado como periodista en más de cincuenta, cuando le preguntan por su país favorito responde que siente ternura por Argentina, donde se crio; pasión por Sud- áfrica, donde vivíó los años más emocionantes; amor por España, donde nació su madre; y afinidad por Gran Bretaña, donde nació e hizo sus estudios. Pero el país que más le ha deslumbrado, aunque nunca haya vivido ahí, ni tenga con él el más mínimo vínculo familiar, es Islandia.
Le atrajo de Islandia el dato de Naciones Unidas de que era uno de los países con mejor calidad de vida de cualquier país del mundo. Y en 2006 viajó por primera vez a éste país para comprobarlo. Vio con sus propios ojos que era verdad. También pudo ver las secuelas de la crisis económica que en 2008 azotó al mundo occidental. Islandia fue el primero en caer en el pozo pero también, gracias al ingenio y pragmatismo de su gente, el primero en salir. Carlin, consultó con el islandés que tenía más a mano: el futbolista del F.C. Barcelona Eidur Gudjonssen , le dijo que contactara con su madre y entonces ella le diría a quién tenía que visitar para hacerse una idea cabal del país. El autor habla con la madre del futbolista que le aconseja que durante el tiempo que esté allí, con cualquiera al que entreviste, pregunte cómo es posible que, en el plazo de veinte años, hayan pasado de ser un país pobre, oscuro y atrasado a ser uno de los lugares más modernos, prósperos y en expansión de la Tierra. John Carlin muestra las bondades del país a lo largo de las entrevistas que tiene con políticos, deportistas, artistas y demás islandeses con los que se cruza.
Influye su localización entre EEUU y Europa. Es una mezcla de ambas sociedades, lo mejor de cada una. Valoran la capacidad del esfuerzo individual, y tienen unos valores mucho más europeos en cuanto a tolerancia o sistema de bienestar se refiere.
La pureza incontaminada del aire, barrido por vientos árticos, la baja inclinación del sol, ofrecen la lente perfecta al ojo. Es un país sin acabar, el paisaje cambia ante nuestros ojos. Cada diez años tienen una nueva erupción y aparece una isla o una montaña nueva, y tienen que ponerle nombre. Por eso son gente imaginativa y creativa.
La geología es el destino. Y lo que ha creado la geología en Islandia es de una belleza implacable. Los primeros colonos se valían por sí mismos, la independencia era su gran capital.
Aprovechar las oportunidades es algo que siempre han hecho los islandeses. Muchos rasgos del carácter y las costumbres que apuntalan la sociedad islandesa parecen proceder de los vikingos. Con seguridad, lo más importante, según cuenta Carlin, ha sido la extraordinaria importancia que han tenido en todos los aspectos de la vida, doméstica y pública, las mujeres. Una sociedad mucho más equilibrada, más femenina, más rica en matices y en sensibilidad ha permitido llegar a lugares a donde una cultura masculina no hubiera alcanzado jamás.
Según Carlin, porque “el mejor lugar del mundo para vivir” es, antes que nada, el mejor lugar del mundo para ser mujer: permiso de maternidad de hasta 9 meses (que puede repartirse como sea entre padres y madres), guarderías gratuitas, ayudas del estado, igualdad de género en el empleo… Y, socialmente, una cultura “tribal” que no estigmatiza el divorcio, en la que parejas, ex parejas y niños de varios matrimonios conviven en familias multiparentales, sin tabús ni dramas.
En Islandia hay una cualidad africana, las estructuras familiares, los niños pertenecen y se consideran pertenecientes a la familia en sentido amplio, la aldea. Otro de los datos curiosos de los que habla Carlin, es el “Libro de los islandeses”. Una especie de libro de familia que se remonta siglos atrás, y a través de esta página web https://www.islendingabok.is/ cualquier islandés puede conocer quiénes eran sus antepasados, a que se dedicaban, o que relación de parentesco tienen con cualquier otro compatriota, y si el tatarabuelo de su tatarabuelo era el mismo. Realmente sorprendente, pero que se puede llegar a entender en un país aislado históricamente, insular y con una población en torno a los 320.000 habitantes.
Islandia se considera un crisol de culturas, a fuerza de viajes y en parte por accidente que ha logrado reunir lo mejor de la humanidad. Todos hablan inglés, cosa que les permite comunicarse con el resto de los habitantes de otros países, porque el islandés es bastante complicado.
No posee Fuerzas Armadas, fueron abolidas en el siglo XIII, sólo una pequeña parte de los policías llevan armas. Se considera uno de los países más seguros del mundo.
Todos los hogares tienen agua caliente gratuita por cortesía de la naturaleza, gracias a los pasadizos subterráneos de tipo volcánico; en ningún otro país hay documentadas tantas erupciones volcánicas, y posee 33 volcanes.
Es un país de escritores y de lectores. Los islandeses compran más libros per cápita que cualquier otro país del mundo. Inventaron la novela, o algo muy parecido:”Las sagas islandesas”. Además de la capacidad de trabajo y en la fe de que las grandes ideas pueden hacerse realidad. El motor de su economía ha sido la creatividad y el poder del cerebro.
 Aparentemente parece que no tiene ningún fallo, sin embargo es un país con un alto índice de borracheras. Aunque su sistema sanitario cubre los tratamientos de desintoxicación. Ha sido un país que al tener una alta renta per cápita también ha sufrido a los “nuevos ricos” que no sabían en que gastar su dinero. Fueron los excesivos caprichos de la élite bancaria una de las causas de la crisis.
El clima en invierno es muy duro, hace muchísimo frío, aunque gracias al sistema de calefacción gratuita pueden sobrellevarlo. Islandia, el país que más estrepitosamente entró crisis, y el primero en salir, es un modelo a seguir. Salió de ésta situación a través de una feminización de la política y pudieron probar de nuevo su capacidad para afrontar la diversidad. Fue entonces cuando los altos cargos políticos y financieros responsables de la debacle de los bancos islandeses (en su mayoría hombres) fueron despedidos y reemplazados por mujeres, venidas a implantar una mentalidad sostenible, centrada en el largo plazo y que privilegia la creatividad, las energías renovables y la educación como fuentes de desarrollo antes que la industria o el mercado financiero. Como le cuenta una ministra: “Se ha cambiado la naturaleza de la discusión” y ahora parece que los hombres han aprendido a pensar, también, como las mujeres". El centro de atención política cambia cuando hay más mujeres en el gobierno.
John Carlin nos desvela una sociedad tan particular como ejemplar. Una sociedad moderna, abierta y cordial que ha velado por la cultura y ha logrado la felicidad de sus miembros como ninguna otra. El nos muestra en éste libro que conocer Islandia va más allá de su asombrosa naturaleza, que muchas veces se diría extraterrestre y de sus paisajes, es entrar en los hogares, en los lugares de trabajo y los despachos y conversar con su gente. El libro de John Carlin nos da la ocasión de hacerlo y nos ofrece una visión tan imprescindible sobre el país como entretenida y amena.
Me quedo con que es el mejor país del mundo para ser mujer. Islandia es el que tiene mayor igualdad de género, seguido por Finlandia, Noruega y Suecia. Ya nos comenta el autor en éstas páginas que Islandia toma de Europa el sistema de bienestar y tolerancia, en especial de los países nórdicos. Nuestra sociedad tiene mucho que aprender de Islandia, porque todavía no se ha logrado el nivel de igualdad que hay en estos países. Una vez que se logre la igualdad efectiva, gracias a la educación y a la inserción de las mujeres en el mercado laboral, como se ha llevado a cabo en este país, acceder a posiciones de poder, para que valores como la sostenibilidad, el pensar a largo plazo, el trabajo en equipo y la responsabilidad, valores más relacionados con la propia naturaleza femenina, nos ayudaran de una vez por todas a salir de la crisis. Tenemos mucho que aprender de éste país y ojala llegue el momento en que como comentaba una ministra islandesa, también en España, los hombres aprendan a pensar como las mujeres.

jueves, 26 de abril de 2018

La estrella del diablo 
(Jo Nesbo) 


En un verano excepcionalmente caluroso en Oslo, el cuerpo de una joven aparece en el suelo de su apartamento, en medio de un charco de sangre. Tiene amputado un dedo de la mano izquierda y bajo un párpado le han colocado un pequeño diamante rojo con la forma de una estrella de cinco puntas: el símbolo de las tinieblas, el emblema del diablo. Cinco días después del tétrico hallazgo, un hombre denuncia la desaparición de su esposa. Otro dedo cercenado aparece en escena: lleva un anillo con un diamante rojo engarzado, tallado como una estrella de cinco puntas. Harry Hole es un policía poco convencional y sus métodos para resolver un enigma, poco ortodoxos. El alcohol y una situación personal muy complicada le han hecho tocar fondo, y está a punto de perder el trabajo. Los demonios reales y los imaginarios se mezclan en la mente del policía, que se tiene que enfrentar a un criminal sanguinario y a un enemigo implacable dentro del departamento.
Este libro supone el fin de la llamada trilogía de Oslo, cuyos títulos por orden son Petirrojo, Némesis y La estrella del diablo. Nesbo es un autor que crece con cada novela que escribe y esto es algo muy raro en el panorama literario actual, sobre todo si nos fijamos en autores que escriben sagas con los mismos personajes.
El encanto de las novelas de Nesbo se encuentra en su comisario, Harry Hole, un hombre perseguido por sus fantasmas, alcoholizado e incapaz de disfrutar de la vida, ni de mantener una relación. Su vida ha caído de nuevo en picado, ha perdido la credibilidad en el cuerpo y se encuentra a un paso de perder su trabajo, y es que su jefe no puede seguir escondiendo su falta de asistencia a la comisaria y ese afán por demostrar lo que queda fuera de toda duda. Hole se encuentra más solo que nunca, y con una tarea nada fácil que al final se le pondrá en bandeja, si deja el alcohol y agudiza su ingenio.
En esta novela vamos a tener varias tramas paralelas, las relacionadas con la búsqueda del asesino principal, que en este caso y como novedad en Nesbo se trata de un asesino en serie, así como las dedicadas a la persecución del príncipe, jefe de una gran red de contrabando de armas y asesino intelectual de Ellen. Ambas tramas están perfectamente hilvanadas, descritas con elegancia, buen hacer y un ritmo frenético, que por supuesto Nesbo se encarga de complicar en su parte final para confundir al lector y hacerle cambiar sus apuestas de quién es el asesino mil veces. Y con un desenlace impecable y sin magia.
Destacar la velocidad que tiene esta historia, en el sentido de que estás enganchado a ella casi desde las primeras páginas y el noruego no te da respiro, ya sea una trama, ya sea la otra, el ritmo nunca decae. Además, creo que el autor deja caer muchas pistas a lo largo del desarrollo del caso, pistas que un lector que disfrute pensando y uniendo cabos podría llegar a desvelar al igual que el protagonista de esta novela. La falta de previsibilidad en sus obras es también un punto muy positivo de este autor.
En esta novela introduce el asesino en serie, son interesantes las intervenciones de Aune, el psicólogo amigo de Hole y que muchas veces participa en sus casos para describir el perfil del asesino. Aune nos cuenta un poco más de la psicología del asesino en serie, la diferencia entre psicópatas y sociópatas, entre otros detalles.
Es cierto que este libro es el más americanizado de los de Nesbo,  la introducción de la figura del asesino en serie, por ejemplo, ya que es un perfil homicida muy típico de los EE.UU.
En resumen, que merece la pena continuar con el siguiente libro publicado por el mismo autor, El redentor.

martes, 3 de abril de 2018

“El hombre en busca de sentido” 
(Viktor Frankl ) 


Viktor Frankl nace en Viena el 26 de Marzo de 1905. Crece en un ambiente familiar lleno de tradiciones y calor humano. Fue el segundo de tres hermanos, sus padres le transmitieron creencias y costumbres religiosas. Desde pequeño mostró una gran inteligencia y sensibilidad, pues desde ese momento se despertó en él la necesidad de conocer el sentido de la vida, sobresaltado por la idea de que un día iba a morir. Fue un estudiante destacado interesándose por la filosofía, pues decía que era una parte muy importante para la vida de todo ser humano. Estudió en la Universidad de Viena y se especializó en Neurología y Psiquiatría. El 17 de Diciembre de 1941 se casó con Tilly Grossor. Al graduarse se une a Alfred Adler pero al no compartir su ideología se separa y funda la tercera escuela de Psicoterapia Vienesa llamada Logoterapia. Para Viktor el poder no es lo principal, hay algo más que lleva al ser humano a buscar el sentido de su existencia. Utiliza el término análisis existencial para resolver los aspectos dolorosos de la existencia como parte de nuestra naturaleza humana y como una oportunidad de desarrollo, aprendizaje y sentido. Le tocó vivir el holocausto de las dos guerras mundiales. En la primera sufrió escasez económica. Pero en la segunda le tocó vivir el infierno de los campos de concentración. En septiembre de 1942 fue deportado al campo de concentración de Theresienstadt con su mujer y con sus padres. Le asignan el prisionero número 119,104.
 “Me encontraba sólo con mi existencia literalmente desnuda”
“El hombre es hijo de su pasado, pero no es esclavo de éste, es padre de su porvenir”
“Todo estaba perdido en esos momentos y apareció un nuevo sentido: ¡SOBREVIVIR!”
En este lugar ofreció sus servicios como médico y psicoterapeuta y prometió que no se quitaría la vida, al contrario utilizaría esta situación para aprender a vivir, poniendo su vida al servicio de los demás. Estuvo en Auschwitz en 1944, y después en dos campos más pequeños dependientes de Dachau.
Viktor guarda como su mayor posesión el manuscrito de su trabajo de dos décadas y por supuesto es despojado del mismo al llegar al campo.
Durante su cautiverio la posibilidad de reescribir su obra es uno de los hilos que le mantienen vivo.
El 27 de abril de 1945 las tropas norteamericanas liberan el campo y regresa a Viena, donde sufre sus grandes pérdidas familiares, pues su esposa y sus padres mueren en los campos.
Al encontrarse vivo reflexiona acerca de cómo escapó de la muerte y comienza a buscar un nuevo sentido… se hace una pregunta: ¿Para qué habrá quedado vivo? En 1945 recupera el manuscrito que le habían quitado al entrar en el campo de concentración.
Tomó varios aspectos para lograr sobrevivir:
La experiencia del amor
La vivencia de la naturaleza
La experiencia del arte
El sentido del humor
El sentido del pasado
La vivencia de la espiritualidad
Y la Soledad
Más tarde esto sería la base de su teoría Al terminarse la guerra en 1945, pensó que estaba destinado a vivir para algo.
Al regresar a trabajar en la Policlínica de Viena escribió “El hombre en busca de sentido” Este libro traducido a más de 20 idiomas da la oportunidad a Viktor Frankl de divulgar su trabajo de forma incansable como conferenciante por varios países, incluido Estados Unidos, el destino anteriormente rechazado.
Su teoría se desarrolla en los campos de concentración basada en el pensamiento de Nietzsche:
“Aquellos que tiene un porqué para vivir, pese a la adversidad resistirán”
Su terapia se denominó Logoterapia, al cual le dio el significado de “sentido”. Se convierte en la tercera escuela vienesa de Psicología, que ofrecía una vía diferente al psicoanálisis de Freud y a la psicología individual de Alfred Adler. La importancia de la palabra, de hablar, de contar. Proyección hacia el futuro, Viktor ya había experimentado como las personas que se refugiaban en el pasado, no salían adelante.
No hay forma de hacer justicia a este libro, tienes que leerlo. Cada lector hace una lectura única, subjetiva y parcial.
Un hombre que se enfrentó a una situación extrema, encontró un pequeño hilo al que aferrarse, logró una coraza emocional ante el horror. …
”el sufrimiento no es en absoluto necesario para otorgarle un sentido a la vida.”
Y tuvo la suerte de una segunda oportunidad, Viktor Frankl mantuvo la costumbre de escalar montañas y obtuvo la licencia de piloto a los 67 años.
Muere en Viena el 2 de septiembre de 1997 de un fallo cardíaco, alcanzando una vida de 92 años llena de sentido.
Nietzsche: “Todo lo que no acaba conmigo me hace más fuerte.”
Viktor Frankl: “Al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las libertades humanas, la elección de la actitud personal que debe adoptar frente al destino, para decidir su propio camino y el de la humanidad”.

viernes, 16 de marzo de 2018

El color del silencio 
(Elia Barceló) 


Una novela que lo tiene todo. Un mujer fuerte, una historia maravillosamente elaborada, una ambientación sorprendente, un misterio vinculado a uno de los episodios más oscuros de la historia de España, un secreto de familia.
6 de julio de 1936, Islas Canarias. Un asesinato desencadena el golpe de Estado de Franco y el inicio de la Guerra Civil española.
20 de julio de 1969, Rabat, Marruecos. Una familia celebra el aterrizaje en la Luna en el jardín de una antigua mansión. Un asesinato tendrá lugar esa misma noche, destrozando el destino de la familia.
Madrid, época actual. Helena Guerrero es una artista de renombre internacional, conocida por las sombras que invaden sus cuadros y que, aparentemente, reflejan un misterio de su pasado que nadie ha sabido nunca explicar. Ahora, después de muchos años viviendo en el extranjero, en Adelaida, Australia, tres sucesos conspiran para traerla de vuelta a Madrid, tres episodios que reconfigurarán su pasado y su futuro: una terapia psicológica llamada «constelación», una boda en su familia y un correo electrónico de su distanciado cuñado le darán las pistas para descubrir qué sucedió realmente con su hermana Alicia, en 1969. Junto con Carlos, su pareja actual, Helena irá en búsqueda de respuestas a las terribles preguntas que la han acechado durante toda su vida. Viajará a Rabat, a la antigua mansión de su familia, La Mora, y se adentrará de nuevo en los frondosos jardines que han resguardado, durante años, con recelo, un oscuro y silencioso secreto familiar, el mismo secreto que parecía hablar, desde hace mucho tiempo, a través del color y de las sombras de sus cuadros.
Me recomendaron el libro, un día que discutíamos acerca de las constelaciones familiares. Yo como siempre lo apunté y al llegar a casa lo consulté. Cuando apareció ante mis ojos la portada me atrajo más todavía. La imagen de la mujer pintada con trazos desgarrados me sedujo e indagando averigüe que la autora del retrato era Lita Cabellut, una española, de origen gitano, afincada en Holanda. Cabellut pinta retratos fotorrealistas, considerado como una variante del hiperrealismo. Se ha hecho experta en una técnica innovadora que por medio de un craquelado estratégicamente incorporado hace aumenta el impacto visual de cada una de sus obras.


Cuando comencé a leer esta novela me costó dejar de hacerlo y siempre que podía abría de nuevo sus páginas para devorarlas con avidez. Su prosa es sencilla, pero personal, utilizando un narrador omniscente. Es una novela de intriga con pinceladas de novela histórica y tintes de saga familiar. Una novela que tiene los ingredientes necesarios para atraparte y no interrumpir su lectura hasta el final.

Su autora Elia Barceló queda en mi memoria para continuar leyendo sus obras: La Maga, Por ti daré mi vida, Cordeluna, La Roca de Is, Caballeros de Malta. Es la autora de ciencia ficción más detacada de las letras españolas, merecedora del Premio Ignotus y del Edebé, sus relatos han sido publicados en numerosas revistas.

jueves, 1 de marzo de 2018

“Botas de lluvia suecas” 
(Hening Mankell) 


Fue la última novela que el autor publicó antes de morir de cáncer en 2015.
Botas de lluvia suecas es un relato sobre la vejez, la soledad, los temores sobre el fin que se acerca, la amistad, las miserias, flaquezas y bondades humanas contadas en clave de suspenso y sin sentimentalismos. Mankell va diseccionando lo que ocurre en esas sociedades en la que los viejos se van quedando solos y el único futuro que tienen frente a si es la muerte y el miedo a la decrepitud; también es una historia sobre el recomenzar cuando se cree que todo está perdido y sobre las relaciones humanas porque “las personas nunca son del todo como uno cree”, del miedo a lo diferente, al otro que no se nos parece; Fredik Welin es un hombre que en el ocaso de su vida empieza a hacer un balance de lo vivido y no siempre el saldo es positivo: su manera de utilizar a las mujeres, su afán de mentir y fisgonear en la vida de otros y sin embargo, la vida le presenta la posibilidad de aceptarse y seguir adelante.
En "Botas de lluvia suecas", todo cambia para Fredrik Welin cuando, a los 69 años -dos más de los que tenía Mankell en el momento de su muerte-, su casa es arrasada por un incendio del que logra escapar calzado con unas botas de lluvia, ambas pertenecientes al pie izquierdo. Ese inservible par de botas se convierte en la única pertenencia del antiguo médico, que lo ha perdido todo, tiene que mudarse a una caravana y, además, debe lidiar con el rumor que se ha extendido por el archipiélago de que él mismo ha provocado el fuego y con el interrogatorio policial por ese motivo.
Todos estos acontecimientos, sumados a la misteriosa visita de su hija, Louise, conducen a Welin a un profundo desconcierto y hacen que tome conciencia de la cercanía de la vejez y de la muerte, y de la necesidad de saldar sus deudas.
Solo conocer a una periodista, Lisa Modin, que investiga el incendio hará que se despierten en él nuevos sentimientos que le empujen a recuperar las ganas de vivir la vida y compartir los buenos momentos con los amigos.
¿Qué llevarías a una isla desierta para tenerlo todo? Fredrik responde pronto: los recuerdos. Agarra el hilo de un título anterior, “Zapatos italianos”, de donde recupera al protagonista, un médico jubilado que acarrea el peso de un antiguo error profesional. Fredrik ha llegado a un momento de su vida en que es fácil echarse a morir en soledad o abrir nuevos caminos, levantar de nuevo los cimientos de la casa o conformarse con una caravana provisional. Para elegir la senda adecuada Mankell se apoya en los recuerdos, muy propio también de una edad en la que es más cómodo repasar lo antiguo que edificar un futuro. Inevitable no hacer paralelismos entre el médico de 69 años y los 67 que contaba el autor cuando escribía la historia para burlar a la quimioterapia y al insomnio.
Son constantes sus reflexiones sobre el fin de la vida, que nunca había visto tan de cerca. “La muerte es una anarquista incurable. No sigue leyes ni reglas. No se entiende nunca”, se le oye decir a Fredrik, y otro de los personajes rompe el silencio del frío embarcadero sueco para lamentarse: “No nos dejan aprender a morir”. No, no es esta última novela de Mankell una lectura alegre, pero tampoco está sumida en brumas y nieblas, brilla aún el otoño cuando arranca la acción y la primavera buscará, más tarde, abrirse paso entre los hielos del archipiélago. No está el protagonista ahogado en los recuerdos, el presente le trae novedades de las que sacar provecho para seguir caminando.
El amor, también aparece en esta última entrega del autor sueco; el amor como una palanca, como un remo para hacer un viaje, más de uno, entre la soledad y la compañía, entre la isla y el continente. Y tampoco echarán de menos los lectores los elementos más clásicos del universo que construyó el autor sueco: una crítica que se cuela entre líneas a la más desalmada sociedad europea contemporánea, la que no tiene miramientos con los migrantes, la que castiga con más rigor a un carterista de tercera regional que a un delincuente de guante blanco. Su disgusto por el destrozo medioambiental que caracteriza a esta época, “las toneladas de basura nuclear” debajo de las alfombras del siglo XXI. O que muestre sin pudor los resquicios de la miseria que también existen en sociedades idealizadas, como los países nórdicos, esas socialdemocracias que siempre se ponen de ejemplo.
Considerado un icono de la literatura contemporánea de su país, Henning Mankell creía que su posición no solo le permitía sino que le obligaba a denunciar lo que no estaba bien y destacaba por su compromiso con el feminismo y la preservación del medio ambiente. En relación con esta experiencia, explicó que finalmente le entristeció darse cuenta de que era el único escritor que formaba parte de la flotilla y aseguró que colaborar en causas solidarias era el "principal papel" que le correspondía como intelectual. Aunque su principal arma eran sus obras porque, decía, "a pesar de que un libro no cambia el mundo, no podemos cambiar el mundo sin cultura".

viernes, 16 de febrero de 2018

Fin de Viaje

"Fin de viaje" 
(Virginia Woolf


Pocos conocen su opera prima: Fin de viaje, que fue publicada en 1915 por el medio hermano de la autora Gerald Duckworth and Company Ltd.En esta primera novela de Virginia Woolf podemos observar ya todos los temas que desarrolló en su producción literaria posterior. Fin de viaje es una obra trágica que se desarrolla en un hotel de un extraño e imaginario lugar sudamericano, donde la autora profundiza, de manera magistral, en la compleja personalidad de su protagonista, Rachel Vinrace. Introduce a Clarissa Dalloway, el personaje central de la novela de Woolf, “La señora Dalloway”. El conjunto desigual de pasajeros le da a Woolf la oportunidad de satirizar la vida contemporánea Eduardiana. 
El Euphrosyne zarpa de Londres rumbo a Sudamérica. Rachel Vinrace, su padre, Willoughby Vinrace; su tío, Ridley Ambrose; su tía, Helen Ambrose y el señor Pepper, un amigo de la familia, son sus pasajeros. Los primeros días transcurren distantes, la familia hace mucho tiempo que no se ve y, sobre todo, la relación entre tíos y sobrina es casi la de unos completos desconocidos. Sin embargo, esto cambia cuando se incorpora a bordo el matrimonio Dalloway, formado por Richard y Clarissa.
Llegados aquí, he de hacer un pequeño parón antes de continuar con la historia para hacer hincapié en el personaje principal, la protagonista: Rachel Vinrace. Rachel se quedó huérfana de madre siendo niña y desde entonces ha vivido en el campo al cuidado de sus tías y su padre (cuando éste no está de negocios) que la han sobreprotegido demasiado, como ella misma dice:
"Había sido educada como la mayoría de las muchachas ricas de su generación. Amables doctores y tímidos y cultos profesores, le habían enseñado los fundamentos de las Ciencias, pero sin forzarla a adentrarse en ellas, ni hacerla trabajar de firme. (...). Ningún tema fundamental le era conocido a fondo. (...) De la concepción del Universo, de la Historia del Mundo, de cómo o porqué funcionaban los trenes, en qué se invertía el dinero, qué leyes gobernaban a su país, cuáles eran los deseos y ambiciones de la Humanidad, eran cosas sobre las que sus profesores no le dado ni la más pequeña indicación".
Es por ello que se refugia en su mundo, en la música, rehuyendo de todos con su carácter tímido e introvertido que tanto disgusta a su tía Helen y que ésta se ha propuesto cambiar haciendo que su sobrina pase con ella el mayor tiempo posible aún después del viaje en barco. El viaje de Rachel Vinrace es un viaje de autodescubrimiento. Lo que su tía Helen desconoce es, que en el fondo, sueña con pasar de oruga a mariposa, y que para ello solo necesita de alguien que le dé la libertad de expresarse y preguntar sin ser juzgada por su punto de vista más moderno respecto a la sociedad londinense, a veces, más ingenuo e infantil, otras.
Virginia Woolf refleja con detalle, pero sin resultar pesado, la clase aristocrática londinense con sus claros y sus oscuros, centrándose, sobre todo, en las mujeres, dentro de las cuales destaca Rachel preguntándose acerca de todo cuanto la rodea.
Fin de viaje es, en definitiva, el fin de un viaje, del amor, de la vida, narrada de forma omnisciente, una crítica a la banalidad y superficialidad de la clase aristocrática y una reivindicación de la mujer.
Lo más destacable del libro es lo que apunta a la mejor Woolf: el análisis psicológico, aunque los personajes resulten tan poco atractivos.
Algunas citas:
"No debería permitirse a los jóvenes aprender música como una profesión. El que sepa interpretarla no quiere decir que la aprecie, casi estoy por creer lo contrario. Los que sienten verdaderamente el arte son los que menos lo demuestran (Clarisa Dalloway)".
"El mayor mérito, el más apreciable de la persona con quien convivimos, es que sepa mantenerse en el pedestal en que le coloca nuestro amor (C.D.)".
"Una persona puede ser muy agradable aunque nunca haya leído un libro (Rachel)".

lunes, 5 de febrero de 2018

El hombre que plantaba árboles 
(Jean Giono) 


“Para que el carácter de un ser humano excepcional muestre sus verdaderas cualidades, es necesario contar con la buena fortuna de poder observar sus acciones a lo largo de los años. Si sus acciones están desprovistas de todo egoísmo, si la idea que las dirige es una de generosidad sin ejemplo, si sus acciones son aquellas que ciertamente no buscan en absoluto ninguna recompensa más que aquella de dejar sus marcas visibles; sin riesgo de cometer ningún error, estamos entonces frente a un personaje inolvidable.” Así comienza este relato precioso de Jean Giono.
 "Cuando pienso –concluía el escritor francés– que un hombre solo, armado únicamente con sus recursos físicos y espirituales, fue capaz de hacer brotar esta tierra de Canaán en el desierto, me convenzo de que, a pesar de todo, la humanidad es admirable; y cuando valoro la inagotable grandeza de espíritu y la benevolente tenacidad que implicó obtener este resultado, me lleno de inmenso respeto hacia ese campesino viejo e iletrado, que fue capaz de realizar un trabajo digno de Dios".
 En una región de tierra descolorida, seca y casi despoblada de la Provenza alpina (Francia), un pastor, de nombre Eleazar Bouffier, siembra cada día semillas de robles, hayas y abedules durante varias décadas. El resultado de su empeño tenaz es que la tierra yerma se transforma al cabo del tiempo en un frondoso bosque. La presencia de los bosques atrae las lluvias, el agua revive los cauces secos y se restablece el ciclo de la vida; la fauna y la flora silvestres retornan a la frondosidad. Atraídos por el verdor, el agua y la vida, los habitantes de la zona se instalan de nuevo contagiados de esperanza.
El arte de contar de Giono se entronca en la tradición de los narradores orales poseedores del don de hechizar. El estilo conciso y sobrio y la fuerza del argumento atrapan como los relatos de Las mil y una noches en esta historia de un bosque que “florece de las manos y el alma de un único hombre”. Y sobre todo cautiva la visión de un mundo en el que hombre y árbol, juntos, crean un futuro de felicidad (“Contando a los nuevos llegados, tenemos a más de diez mil personas que deben su felicidad a Eleazar Bouffier”). Un hombre solo transforma su entorno desolado en un lugar habitable, expresando cuánto de admirable hay en la condición humana (“Comprendí que los hombres pueden llegar a ser tan eficaces como Dios en otros dominios además de la destrucción”). Un hombre que sabe mucho, que percibe la interdependencia entre todo lo existente, que siente la hermandad con la tierra y sabe escucharla y cómo curarla (“Él había juzgado que este país se estaba muriendo porque le faltaban árboles. Añadió entonces que no teniendo nada más importante que hacer había tomado la resolución de poner remedio a ese estado de cosas”).
Un hombre de cualidades excepcionales, que vive con su espíritu en paz, en soledad y silencio, dedicado con tesón imperturbable a cubrir la tierra de árboles, sin esperar recompensa alguna, movido por una inmensa generosidad hacia la naturaleza y hacia las generaciones futuras.
El árbol, y su poder de regeneración natural, es el otro protagonista silencioso de esta bella fábula. Los robles, hayas y abedules colaboran con el hombre solo, enraízan, crecen, cubren, protegen, atraen al agua, calman los vientos, florecen, fructifican, verdean y seducen a la gente con positivas razones para vivir.
Jean Giono escribió este relato en 1953, la revista Vogue lo publicó en 1954, tras rechazarloThe Reader’s Digest que le había encargado un texto sobre un personaje real inolvidable. Guiado por la misma generosidad que su personaje, y para que llegara al máximo de personas, donó los derechos del texto a toda la Humanidad. En pocos años se tradujo a diversas lenguas y se difundió por el mundo, y sigue difundiéndose hoy a través de libros y de internet.

Un hombre planta árboles y toda una región cambia. Todos conocemos personas como este hombre, que pasan inadvertidas pero que, allá donde están, las cosas tienden a mejorar. Su presencia infunde optimismo y ganas de trabajar. Se sobreponen a contratiempos y dificultades que a otros los desalientan. Poseen una rebeldía constructiva y sus pequeños o grandes esfuerzos hacen rectificar el rumbo de las vidas de los hombres. Es un canto a la esperanza, a la naturaleza, a la generosidad, a la humildad, a la perseverancia, al amor a la vida, al acto de sembrar pensando en los demás.
Leerlo es un placer, regalarlo es inevitable, vale mucho más de lo que cuesta.