Mientras escribo
(Stephen King)

Recomiendo comprar el libro y leerlo; a ser posible, mas de dos veces. El libro comienza con una sección llamada: CURICULUM VITAE donde Stephen King expone de forma aleatoria episodios importantes de su vida cuando era niño, de su paso por la secundaria e inicios de la universidad, sobre sus asquerosos y mal pagados trabajos, hasta la forma como conoció a su esposa Tabby. Una de las primeras frases que pude subrayar por su impacto fue la siguiente: Escribir es una labor solitaria, y conviene tener a alguien que crea en ti. Tampoco es necesario que hagan discursos. Basta, normalmente, con que crean. Con esto se refería a que, su esposa Tabby era pieza fundamental en la confianza que tenía Steve en sí mismo. Ella lo apoyaba casi siempre, y cuando no le parecía algo se lo decía con sinceridad para discutir sobre el tema. Claramente escribir es una labor solitaria, yo siempre necesito sentirme solo para poder escribir. Esta sección deja claro como fueron sus comienzos, es importante reconocer que los pocos detalles que presenta Stephen en esta parte del libro son de suma relevancia para la siguiente sección. La cual comienza después de las siguientes palabras: Se empieza así: poniendo el escritorio en una esquina y, a la hora de sentarse a escribir, recordando el motivo de que no esté en medio de la habitación. La vida no está al servicio del arte, sino al revés. ¿Qué escribir? Escribir es como hacer telepatía por medio de las palabras, aunque no estén en el mismo espacio de tiempo, ni en el mismo lugar, ni si quiera cerca, el lector lo ve. De ese modo puede concluir con que no importa sobre lo que quieras escribir, mientras el lector se sienta conectado contigo y te tomes en serio lo que estás haciendo. La siguiente sección el Stephen King la presenta como: Caja de herramientas, como la caja de herramientas, todos los escritores debemos tener nuestra propia caja a la hora de escribir, en donde comenzamos teniendo una bandeja superior: compuesta por la gramática. Nos recomienda tener una gramática básica legible y correcta, que dejemos lo superfluo a un lado, porque no estamos en el instituto y la presión por intentar tener buena gramática no existe. Lo único que debemos tomar en cuenta es que todo verbo tiene que ir acompañando a un sujeto y así se formará una frase perfecta. En la siguiente bandeja de la caja nos presenta el vocabulario con el que se relata la historia (o cualquier cosa que escribamos): todo se puede expresar en voz pasiva o activa. Personalmente el Stephen King detesta la voz pasiva, dice que es de escritores tímidos. Si bien no descarta la idea de usar la voz pasiva en situaciones donde alguien muere o suplica por su vida, prefiere escribir con voz activa porque le da más contundencia al lector de lo que está leyendo. Además recomienda eliminar en gran medida el uso de palabras que terminen en “mente” para darle contexto a una oración. Es necesario que le des argumentos a la lectura con sus líneas antecesoras para que el lector imagine él mismo los sentimientos que se viven en determinada situación. Saca de tú escrito los adverbios y tendrás éxito. King ordena luego que levantes bandeja y enseguida encontraras los elementos de estilo que debe tener tu escritura. En él presenta la importancia que debe tener el orden del párrafo en la narrativa. Para que un párrafo tenga éxito, debe comenzar con una frase que determine lo que va a suceder en las líneas siguientes. No importa cuán largo sea el párrafo, existen párrafos de hasta dieciséis paginas, que no representa nada importante en la historia, pero si está organizado, le da sustancia. Al final del cajón nos presenta como última herramienta la inversión de tiempo en nuestro desarrollo como escritores, si bien dice que no es necesario que escribamos novelas de quinientas paginas comenzando, alega que podemos tener a amabilidad de nunca dejar de escribir, es lo que te hará mejor escritor cada vez. ESCRIBIR. Es la sección mas más importante y extensa del libro. Comienza diciendo la regla fundamental de todo escritor, y para mí, lo que resume todo el libro: Si quieres ser escritor, lo primero es hacer dos cosas: Leer mucho y escribir mucho. No hay manera de saltarse esto; no hay atajos ni trucos de magia. Ese es el secreto. Una de las cosas más importantes para todo escritor es que siempre tenga algo que leer. Stephen King lee una media de setenta a ochenta novelas anuales. Tiene un régimen de lectura diaria que difícilmente incumple. No lo hace por obligación, como el mismo dice: lo hago, porque disfruto hacerlo. Podemos tomar los pequeños espacios de tiempo que tenemos libres para leer, en una sala de espera, en el metro, en el café esperando a un amigo, y en el más famoso de todos: El inodoro. Resume diciendo que un escritor que no tenga tiempo para leer, tampoco tendrá tiempo para escribir. La verdadera importancia de leer es que genera confianza e inseguridad en el proceso de escritura, y eso a cualquier lector le fascina. El segundo mandamiento de «leer mucho y escribir mucho» es, naturalmente, escribir mucho. ¿Cuánto es escribir mucho? Evidentemente, esto, depende del escritor. En promedio los escritores famosos no tienen más de diez libros publicados. Stephen es un escritor lento, en sus cuarenta años de carrera profesional ha escrito entre treinta y cinco y cuarenta novelas. La que escribió en menos tiempo fue El fugitivo y la que duro más tiempo escribiendo fue Apocalipsis (obviando éste libro cuya redacción tuvo que paralizar por el accidente que sufrió en 1999). Propone aplicar el siguiente régimen: Para escritores principiantes, escribir mil palabras por día, seis días a la semana, supondrá una novela de noventa mil palabras en tres meses, si bien no es algo extenso, tiene una modesta cantidad de ciento sesenta paginas de lectura, lo cual para cualquier lector, es atractivo. Este régimen debe tener como regla principal que, si quieres tener éxito, debes disfrutar cada palabra que escribes, hacerlo rutina es perder la magia de lo que estas escribiendo, y al final quizá, el sentido mismo. Lo siguiente importante es el sitio donde escribes. Debe ser en un lugar cerrado, confortable, aislado del mundo. Stephen escribió su primera novela exitosa Carrie en una mesa tipo pupitre en la cocina de su casa rodante. Si bien no era lo más cómodo y privado, era lo suficientemente abismal para poder escribir. En soledad, se teletransporta mejor. Ya después de la habitación o el lugar donde puedas escribir con comodidad, llega el momento de la gran pregunta: ¿sobre qué escribir? Y la respuesta es igual de grande: Sobre lo que te dé la gana… mientras cuentes la verdad. Si bien no siempre vas a tener los conocimientos totales sobre lo que escribes, mentir un poco acerca de ello tampoco te hará mal escritor. Tienes que enfocarte en creértelo tu mismo primero para que el lector crea lo que has escrito. Tu estilo va a variar hasta que seas un escritor profesional. Stephen dice que no necesariamente debes tener una trama preparada antes de comenzar a escribir tu historia. Todas las historias son como las excavaciones de fósiles. Toda trama comienza después de hacerse una pregunta, cualquiera que se te ocurra en cualquier momento. Desde ese momento nace una respuesta, de la respuesta una oración, de la oración un párrafo, y de un párrafo una historia. Luego viene la descripción: la descripción es de suma importancia para la narrativa en general, el primer paso es pensar que quieres hacer ver al lector. Antes tienes que visualizarlo tú mismo, usar de nuevo el mecanismo de “teletransportación” sin que importe la época o el espacio. Para que el lector se sienta adentro de la historia, Stephen concede más importancia al ambiente, al lugar y a los personajes que a la trama misma. Otros de los aspectos básicos importantes son el dialogo, la creación de los personajes, y el tema a escribir. El siguiente paso. Las revisiones. ¿Cuántas son necesarias? Para Stephen King, bastan dos. Una con la puerta de la habitación cerrada y la otra con la puerta abierta. Al acabar la primera versión, es necesario descansar. Tomarse unos días para desconectarse de la historia. Esto pasa porque no tendrás la capacidad de ver con ojos de lector lo que acabas de escribir. Stephen recomienda al menos una semana separado de la historia, guardada bajo llave en un cajón. Si no rompes esta regla, tu escritura será más eficaz. Luego, al abrir la puerta y leer tú historia, haces las primeras correcciones, para después ir al siguiente paso, que es, dejar que tu lector ideal lea la historia junto a un grupo de cinco o seis personas. El lector ideal es generalmente la persona más cercana que tienes. Para Stephen es su esposa Tabby. Decía que era muy buena crítica de sus novelas. Y luego un grupo de amigos bien selecto, que, de tener la suficiente inteligencia para leer una novela de trescientas páginas, deben tener inteligencia también para dar una opinión certera acerca de lo que has escrito. Después de eso, naturalmente, haces tu segunda versión o corrección en base a sus opiniones y sugerencias. El ritmo de la historia es lo siguiente que importa en la escritura, un buen ritmo de lectura mantiene al lector entretenido, no lo hace pensar en cerrar el libro a la mitad y dejarlo olvidado bajo su mesa de estudio o trabajo. Claramente el ritmo depende del tipo de historia y del lector. Pero inclusive para los escritores lentos como Stephen, existen variaciones de ritmo en sus novelas, lo importante es que la velocidad de las palabras mantenga al lector estable dentro de la historia, sin que se aburra, o se agobie. Al final de esta sección el Stephen King termina con una pregunta que le hicieron en algún seminario: «Oye, ¿tú escribes por dinero?» La respuesta es que no, ni ahora ni nunca. Para un escritor, escribir es como un acto de fe. Es algo que disfruta hacer, que le llena el alma de regocijo. El dinero debe pasar al último puesto de las razones por las cuales se escribe. Eso no va a garantizar que tengas éxito, pero si garantizará que tus palabras estén limpias de ambiciones fortuitas, y eso tus lectores lo agradecerán. En la siguiente sección del libro llamada: POSDATA, VIVIR. King cuenta la historia de cómo casi moría siendo arrollado por una furgoneta color azul en 1999. Por “suerte” quedo vivo con gran parte de sus huesos partidos o fuera de su lugar original, se sometió a varias operaciones y un régimen de cuidados exhaustivo. Para terminar esta reseña citare las últimas palabras que escribió el señor King, dando así mi visto bueno y una gran recomendación para todos mis amigos, pequeños escritores que quieren mejorar sus destrezas en el humilde arte de crear palabra tras palabra. “Escribir no es cuestión de ganar dinero, hacerse famoso, ligar mucho ni hacer amistades. En último término, se trata de enriquecer las vidas de las personas que leen lo que haces, y al mismo tiempo enriquecer la tuya. Es levantarse, recuperarse y superar lo malo. Ser feliz, vaya. Ser feliz. Una parte de este libro ha tratado de cómo aprendí a escribir. La otra, la mayor, de que se puede hacer para mejorar. El resto (y quizá lo mejor) es un permiso: tú puedes hacerlo, debes hacerlo y, si tienes la valentía de empezar, lo harás. Escribir es mágico; es, en la misma medida que cualquier arte de creación, el agua de la vida. El agua es gratis. Bebe y sacia tu sed.”
El malentendido
(Irene Nemirovski)

Tenía muchas ganas de leer a ésta autora, me la habían recomendado varias amigas, y la verdad es que no me ha defraudado. Esta fue la primera novela de Irène Némirovsky. El malentendido se publicó en la revista Les Oeuvres Libres en 1926, con tan sólo 23 años, y se editó en forma de libro en 1930, un año después que la renombrada David Golder, la obra que la lanzó a la fama. El malentendido es otra muestra del talento de una autora que, más allá de su asombrosa precocidad, sigue cautivando por su descarnada radiografía de la naturaleza humana. Descendiente de una familia de la gran burguesía francesa venida a menos durante la Primera Guerra Mundial, Yves Harteloup conoce a Denise, la bella y joven esposa de un antiguo compañero del hospital militar, durante unas vacaciones en Hendaya, en la costa vasca. Será el inicio de una apasionada relación que continuará cuando ambos regresen a París, si bien allí el idilio de verano se dará de bruces con la cruda realidad. Mientras Yves retoma su modesta rutina de oficinista, Denise, ociosa en su mansión, aguarda con impaciencia a que él salga del trabajo. El amor que parecía indestructible comienza a agrietarse. Incapaz de seguir el ritmo de vida de su amada, Yves se hunde en la melancolía, y Denise, atormentada por el muro de hermetismo que se alza ante ella, pergeña un último y desesperado intento por avivar el interés de Yves y conservar así la felicidad que ha conocido junto a él. El malentendido reúne algunos de los temas predilectos de la autora: la levedad de la pasión amorosa, el resentimiento social, la decadencia de la clase acomodada en el París de los años veinte y la nostalgia por el paraíso perdido. El final nos revela el propósito de la autora al escribir la novela, hay que disfrutar de la felicidad de las relaciones amorosas mientras duran, pero lamentablemente nos damos cuenta de esta felicidad compartida cuando ya es demasiado tarde. Irène Némirovsky nació en Kiev en 1903 en el seno de una familia acaudalada que huyó de la revolución bolchevique para establecerse en París en 1919. Hija única, Irène recibió una educación exquisita, aunque padeció una infancia infeliz y solitaria. Años antes de obtener la licenciatura en Letras por la Sorbona, su precoz carrera literaria se inicia en 1921 con la publicación del texto Nonoche chez l’extralucide en la revista bimensual Fantasio. Pero su salto a la fama se produce en 1929 con su segunda novela, David Golder, la primera que vio la luz en forma de libro. Fue el comienzo de una brillante trayectoria que consagraría a Némirovsky como una de las escritoras de mayor prestigio de Francia, elogiada por personajes de la talla de Cocteau, Paul Morand, Robert Brasillach y Joseph Kessel. Sin embargo, la Segunda Guerra Mundial marcaría trágicamente su destino. Denegada en varias ocasiones por el régimen de Vichy su solicitud de nacionalidad francesa, Némirovsky fue deportada y asesinada en Auschwitz en 1942, igual que su marido, Michel Epstein. Sesenta años más tarde, el azar quiso que el nombre de Irène Némirovsky regresara al primer plano de la actualidad literaria con el enorme éxito de Suite francesa, su obra cumbre descubierta casualmente por sus hijas y publicada en 2004.
El tren de los huérfanos
(Christina Baker Kline)
Entre 1854 y 1929, los llamados trenes de huérfanos partieron regularmente de las ciudades de la Costa Este de Estados Unidos hacia las tierras de labranza del Medio Oeste, llevando miles de niños abandonados cuyos destinos quedarían determinados por la fortuna o el azar. ¿Serían adoptados por una familia amable y afectuosa, o se enfrentarían a una adolescencia de trabajo duro y servidumbre? La inmigrante irlandesa Vivian Daly fue uno de esos niños, enviada por ferrocarril desde Nueva York hacia un futuro incierto a un mundo de distancia. Ahora, muchas décadas más tarde, Vivian es una anciana que lleva una vida tranquila y apacible en la costa de Maine, y los acontecimientos de su infancia se han convertido en un recuerdo vago. Sin embargo, en arcones de su desván se ocultan vestigios de un pasado turbulento.
Molly, una india Penobscot que ha pasado su adolescencia entrando y saliendo de casas de acogida, también ha sido educada por desconocidos y tiene preguntas sobre su pasado de las que aún no ha obtenido respuesta. Para evitar ser enviada a un centro de menores, Molly Ayer, de diecisiete años, se ve obligada a ayudar a una mujer de noventa a ordenar su desván. Al principio la tarea le resulta algo fastidiosa, pero a medida que revisa con Vivian Daly sus recuerdos y posesiones, descubre que ella y la anciana no son tan diferentes. Desplazándose entre el Maine contemporáneo y la Minnesota de los tiempos de la Gran Depresión,
El tren de los huérfanos es una novela inspirada en hechos reales que nos habla de pérdidas, de segundas oportunidades y de amistad inesperada. Como los hechos en los que está basada esta novela. Entre 1854 y 1929 en Estados Unidos se dio un fenómeno bastante curioso: la “colocación” en diferentes poblaciones del Medio Oeste de niños huérfanos provenientes de Nueva York y otras ciudades de la Costa Este. Los niños viajaban de un extremo a otro del país en trenes que, por ello, fueron conocidos como “los trenes de huérfanos”. Los trenes iban parando en las poblaciones previstas, cuyos habitantes estaban avisados de su llegada. Los amorosos padres iban al lugar de encuentro y Elegían al niño o niña al que habían decidido darle amor. ¿Amorosos? ¿Amor? Sí, en algunos casos; pero no en todos. Ya sabemos cómo es la naturaleza humana. Había parejas que adoptaban a los pequeños para darles el calor de un hogar. Pero no todas pensaban igual; sobre todo cuando se trataba de niños más mayorcitos. No dejaban de ser mano de obra barata (regalada, diría yo). Con darles de comer, ya habían cumplido. A cambio, exigían trabajar a niños que no dejaban de ser muy pequeños (ocho años tiene nuestra protagonista al principio) en condiciones muy cercanas a la esclavitud. Así que una buena idea que, además era auspiciada por organizaciones religiosas de ayuda a la infancia, se convertía algunas veces en algo bastante diferente
(John Carlin)
Carlin publica ahora La sonrisa de Mandela (Debate). Esta vez repasa la etapa que va del 11 de febrero de 1990 al 10 de mayo de 1994, el tiempo justo en el que pasó de ser el prisionero político más famoso del mundo a presidente de la nueva Sudáfrica.
Durante veinte años John Carlin siguió de cerca la carrera de Nelson Mandela, desde el día que salió de la cárcel, acontecimiento que cubrió como corresponsal de The Independent en Sudáfrica, hasta la última entrevista con un Mandela de 91 años, frágil y cansado, pero aún lúcido y despierto.El autor dice que después de los encuentros que mantuvo con él y de poder llegar a conocerle bien, es posible que un humano pueda ser un lider político brillante y generoso. Porque si hay algo que defina a Mandela es su generosidad, su enorme capacidad de liderazgo y persuasión, logró convencer a un país de que sus ideas eran las mejores y disipar la sed de venganza de los negros y el temor a la democracia de los blancos, y fue coherente a la hora de trasladar los principios de generosidad, respeto e igualdad a lo personal, lejos de las cámaras. El único defecto que parece tener es su vida familiar, su entorno familiar no está a su altura moral, como padre de familia dejó bastante que desear pero fue la consecuencia inevitable de consagrar su vida a la causa nacional.
Los ingredientes para que nadie pudiera resistirse a sus encantos, son, a juicio de Carlin, estos cuatro:
- Siempre se presentaba como un hombre de una integridad inquebrantable y nunca traicionaba esa impresión inicial.
- Mandela trataba a todo el mundo con respeto.
- Tenía carisma (más bien presencia), porque infundía respeto y admiración.
- Poseía una extraordinaria empatía, que como herramienta de liderazgo vale el doble que cualquier otra, porque combina la generosidad con la habilidad de sacar réditos políticos.
El autor nos remite a una definición de liderazgo dada por el difunto novelista estadounidense David Foster Wallace que puede aplicarse a Mandela:"Un lider de verdad es alguién que nos puede ayudar a superar las limitaciones de nuestra pereza individual y de nuestro egoísmo, debilidad y miedo y lograr que hagamos cosas mejores, y más difíciles que las que podemos hacer por nosotros mismos".
Me quedo con la fantástica y hechizante sonrisa de Mandela que llena la portada de éste libro, con el placer que ha supuesto para mi su lectura y con el aprendizaje que John Carlin ha extraído de éste lider indiscutible y magnánimo: lo más importante en la vida es SER GENEROSO y se puede ser al mismo tiempo un GRAN POLÍTICO y una GRAN PERSONA.
Mandela (Madiba) tenía un gran corazón y era generoso en el uso de su poder y también como persona.
Recomiendo encarecidamente su lectura, debería ser de lectura obligada e interiorizada para gobernantes y políticos.
(Kate Morton)
Kate Morton inicia todas sus novelas con un acontecimiento enigmático sucedido en el pasado, para trasladarse al presente en busca de una solución. La acción que da origen a éste relato es el suicidio de un joven y prometedor poeta en 1924, junto al lago de la mansión de Riverton en presencia de las hermanas Hartford, Hannah y Emmeline. En el presente, 1999, una directora de cine Ursula se pone en contacto con una anciana Grace de 98 años para contrastar los datos de la historia que pretende llevar al cine, y Grace nos cuenta la historia para mostrarnos al final la verdad de la misma. En la casa de Riverton, asistimos a la vida de una familia de la aristocracia inglesa de primeros de siglo que habita en la mánsión de Riverton, en Saffron (Essex), al noreste de Londres, y acerca de cómo les cambia la vida con la guerra. Las protagonistas pertenecen a clases sociales diferentes, señora y criada, y a pesar de ésta diferencia social establecen una relación de amistad, confianza y lealtad. En mi opinión el libro más que tratar de una historia de amor, trata de una historia de amistad. De hecho el relato del romance se pierde no tiene una continuidad a lo largo del relato, mientras que la relación entre Hannah y Grace perdura en las diferentes partes de la novela. Conforme avanzamos en la lectura de ésta novela pensamos que se va a ir resolviendo el enigma planteado en un principio, pero hasta que no llegamos al final no encontramos la explicación, circunstancia que requiere que debemos de tener paciencia y aguantar hasta las últimas páginas en las que el libro vuelve a despertar nuestro interés. Mientras tanto la autora nos muestra las relaciones de los habitantes de Arriba de la casa, los nobles y los de abajo, los criados (como en la magnífica serie de televisión "Arriba y abajo") y de como para los criados la razón de ser de sus vidas debe ser la lealtad hacia sus señores. La guerra provoca cambios notables en la aristocracia, está se ve empobrecida surgiendo una nueva clase que ocupará o que vendrá a compartir con ella sus privilegios, la burguesía, en éste caso empresarios o industriales norteamericanos que se enriquecerán con la fabricación de aviones y armas destinados a mantener la contienda. LLama la atención en las primeras páginas del libro cómo una criada como Grace, puede tener esas inquietudes culturales que la llevarán a convertirse en arqueóloga, pero como ya he indicado con anterioridad habrá que esperar al final para hallar la explicación. Esta novela me ha parecido más floja que "Las horas distantes", "El jardín olvidado" y "El cumpleaños secreto".
Las horas distantes
(Kate Morton)
En ésta ocasión la protagonista de la historia Edie Burchill, editora, es testigo de la reacción perturbadora que provoca en su madre una carta que recibe de una amiga del pasado. Al buscar una explicación de ésta reacción, la protagonista investiga acerca de lo que sucedió cuando por motivo de la guerra, su madre fue a vivir con tres hermanas: Percy, Saffy y Juniper Blythe que habitaban el castillo de Milderhurst en la región de Kent.
La protagonista viaja al castillo y conoce a las tres hijas de Raymond Blythe autor de "El hombre de barro", y será testigo de como influye la personalidad y la obra que escribió, en la vida de sus hijas, y de cómo éstas mujeres se van a sentir ligadas al castillo de tal manera que no van a poder vivir de forma independiente, ni escapar de su influencia, ni de las horas distantes. La hermana pequeña Juniper, que ha heredado el genio de su padre y la belleza de su madre no va a poder escapar de su destino, a pesar de la relación que mantuvo con Meredith, la madre de Edie, y con Thomas Cavalli, profesor con el que se compromete.
Se echa de menos un anexo que contenga la historia de El hombre de barro a la que se hace mención continuamente a lo largo de la novela. El hombre de barro es la historia de un personaje sin nombre, cuya vida se va desarrollando en torno a una manifiesta incapacidad para ser lo que en verdad quiere ser, y al que sólo le resta convertirse en alguien que merodea en torno y alrededor de un ser humano idealizado, al que por mucho que lo intente nunca puede alcanzar. Un retrato fidedigno de lo que es y supone la imposibilidad de construir una identidad que se acomode a lo que desea la voluntad.
"Los ojos amarillos de los cocodrilos"

Novela de Katherine Pancol, tanto la portada de diseño infantil, como el título busca llamar nuestra atención y si además leemos en la contraportada "Mas de un millón de ejemplares vendidos en Francia" y "trata de las mujeres que somos, de las que querríamos ser, las que nunca seremos y aquellas que quizá seamos algún día", se supone que ya tiene a un gran porcentaje de público femenino a su favor.
La autora parece conocer las reglas que debe seguir un libro para convertirse en un best seller, y así lo demuestra la protagonista Josephine cuando se embarca en la aventura de publicar su primer libro del que estamos todos los lectores convencidos de que será un éxito.
Este libro hace referencia a las zonas de confort, a las islas cómodas en las que permanecemos confortablemente y de las que no estamos dispuestos a apearnos, porque ésto supone enfrentarnos a nosotros mismos y luchar para salir adelante sin el apoyo de aquellas personas que nos mantienen económicamente y sentimentalmente.
Josephine profesora de 40 años, casada y con dos hijas Hortense y Zoe, ve angustiada como su marido no logra encontrar empleo y como se va convirtiendo en una carga cada vez más pesada, cuando descubre su infidelidad ya no lo aguanta más y decide iniciar una nueva vida sin él y siendo ella la que sustente y mantenga su hogar. Los inicios son duros ya que siente un complejo de inferioridad con respecto a su hermana Iris sustentado por el escaso cariño que su madre Henriette la demuestra. Josephine tiene que cambiar para poder enfrentarse a su nueva situación, en éste cambio se verá apoyada por su amiga y vecina Shirley y por su cuñado Philipe que gracias a las traducciones que realiza para él, se le abre el camino a publicar su primer libro.
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