Beatriz y la loba
(Concha López Llamas)
En esta novela Beatriz, una joven zamorana y Oak, una lobezna nacida en la Sierra de la Cabrera, pierden a la vez los sustentos necesarios para la vida: hábitat, familia, alimento y trabajo. En sus trayectos vitales que realizan para sobrevivir, se van definiendo aspectos esenciales de la cultura de cada especie y de los efectos generados por la interacción de ambas. La obra plantea los temas de la violencia del hombre sobre las mujeres y de la especie humana (especialmente de los varones) sobre los lobos.
En “Beatriz y la loba” se habla del poder terapeútico de la naturaleza, que repara el daño que produce en Beatriz su marido, Santiago, y de manera progresiva, proporciona seguridad a la protagonista humana de la novela. La loba, como parte integrante del reino animal y natural, servirá a Beatriz de referencia y la ayudará a identificarse e integrarse en el mundo natural y animal. Al principio su marido la asociará a la loba disecada, sumisa y a lo largo de la novela, y al final se identificará con Oak, la loba natural y salvaje. La loba y sus amigos, Manuel y Lucia, le proporcionarán la fuerza y el aplomo necesario para enfrentarse a su situación.
El momento en que Beatriz y la loba se encuentran y reconocen define todo el propósito de esta obra;
-Eres la que recorres en mi territorio sin ansia de destruirlo, recargándote cada amanecer con la energía que nutre los bosques y da vida a los ríos. (Oak)
-Te busco cada día, compañera, para aprender a sentirme libre como tú, resistente como tú, salvaje como tú. (Beatriz)
Es además un libro con el que aprender de lobos y sobre todo, de humanos. El transcurrir de dos historias paralelas facilita las comparaciones entre los comportamientos de ambas especies e invita a la reflexión. Los lobos y los humanos somos muy parecidos, quizás demasiado. En el lobo vemos reflejado lo mejor de nosotros, lo mejor de lo que podríamos ser y que no somos. En realidad, los lobos nos recuerdan nuestras miserias, nuestras cobardías, nuestras vilezas y nuestro egoísmo. Por eso y sólo por eso, el hombre es tan violento, perverso y cruel con el lobo. Ojalá el hombre fuese un lobo para el hombre y retomando las historias paralelas que cuenta la novela, ojalá también fuera un lobo para la mujer.
Concha López Llamas nos muestra la cultura humana y del lobo de manera alterna e hilvanando ambas de manera sutil. Pretende mostrar una concepción ecológica de la vida donde ningún ser vivo está de más y por ello debe ser respetado y no sometido a dominación. Reivindica la necesidad de recuperar lo salvaje, condición que hemos perdido con el sedentarismo y con una forma de organización basada en el sometimiento o la domesticación hace más de 10.000 años, y recuperarlo sobre todo, para las hembras humanas, dominadas por el poder del macho-patriarca.
La autora quiere mostrar la confianza en el poder revitalizador de la energía amorosa, cuando fluye entre los integrantes de una familia, un grupo o una manada frente a la violencia y la agresividad alimentada por el individualismo y aislamiento. No olvidemos que Santiago para tener controlada a Beatriz la obliga a recluirse en casa, aislada de toda posible compañía e influencia.
Quiere retomar el pasado en lugar de enterrarlo, para que desde él sigamos proyectándonos hacia delante, fortaleciendo idiosincrasias varias, personales y culturales, expresadas a través de vocablos propios y comportamientos singulares desarrollados en cada entorno. Plantea también una reivindicación del mundo rural, que incluye todo un trabajo de recogida del habla local de la comarca de La Carballeda, que se integra en el texto de la novela y clarifica con notas a pié de página. En el libro se hacen uso de más de 200 palabras propias de la esta comarca y otras limítrofes.
Cocncha López Llamas es bióloga, catedrática de Ciencias Naturales en Educación Secundaria y reconocida educadora ambiental. Nació en Madrid hacia mediados del siglo XX, pero sus raíces familiares se encuentran en la comarca zamorana de La Carballeda, donde se desarrolla esta novela. Anteriormente ha publicado “Bajo el dominio del Río Negro” (2011) y La piel restaurada. Su última novela “Espejo lobo”.