El Sello de Santi
(Luis Luna)
Y aparece con antecedentes pero sin tendencia. Y fue que cuando tuvo nombre y tuvo alma se escribió como si se tuviese un cuchillo en la garganta y una voz que repitiera: ¡Cómo nos aburras estás muerto! Quizás por eso fuera que se prefiriera no entender a aburrir.
Este Libro quiere honrar y agradecer al Viejo Galapagar por haberle dado respuesta no a la primera sino a la última pregunta: ¿A que he venido aquí? Y también quiere agradecer al Viejo Galapagar por su generosidad y confianza al abrir sus puertas de par en par, quizás porque sabía que la única intención era la de pintar los bancos de lunares.
Y cómo olvidar a aquella Mujer que una vez escribió: La distancia es algo que inventó el hombre para justificar el aburrimiento.
¿Y el Sello de Santi ? Eso es un secreto que quedó enterrado en el Viejo Galapagar.
Gracias
Luís Luna
Tras encontrar fortuitamente el manuscrito que les presento a continuación, intenté localizar al supuesto autor, rastreando por todos los lugares y rincones que se describen en el texto, sin encontrar huella alguna. Solamente una vecina de Galapagar me hizo saber que había oído que se encontraba de retiro en Garabandal, para intentar acabar un texto teatral y un guión cinematográfico, que supongo serán los que aparecen reflejados en estos documentos.
El autor, Luis Luna, dice que el primer motivo de interés desde su profesión de profesor de Matemáticas, practicante de yoga y de taichi, e interesado por la filosofía Taoísta, se basa en las relaciones que parece establecer el autor entre el pensamiento global y la inmovilidad, por un lado y el pensamiento deductivo y movimiento lento, por otro. Igualmente le ha interesado la relación que establece entre los tres espacios taoistas y los espacios de influencia de las tres Instituciones (Ayuntamiento, Iglesia, Escuela).
Y por encima de estas elucubraciones, se pregunta ¿cómo es posible que el Profesor Aizpún no estuviera en aquel departamento de matemáticas? Y habiendo encontrado en este proceso
El Sello de Santi, se abstiene de realizar comentario alguno al considerarlo algo de carácter estrictamente íntimo, aunque sí nos quiere comunicar que se trata de una serie de dos sellos en conmemoración del año santo compostelano 1965.
EL MANUSCRITO.
En el capítulo uno se cuenta como un profesor de matemáticas de la escuela de magisterio "María Díaz Jimenez" (año 1989 ) en el primer día de clase, se queda en blanco y exclama: No sé a qué he venido aquí....Tras aquella carta de presentación hubo más presentaciones como la de Carmen, que contó cómo había caído enferma por el estudio de la geometría, o la más radical de Nieves que explicaba que la educación no le había ayudado a penetrar en el sentido de la vida.... Y un acertijo les llevó a formar grupos de trabajo. El segundo trantran les llegó leyendo "El Principito". Y para fijar algunas premisas habrían reflexionado con el artículo del Catedrático de Física Don Jesús Lahera Claramonte, que aparece en el texto con el título "Sobre esta Universidad nuestra", y con el del Catedrático de Matemáticas Don Alberto Aizpún López, con su reflexión, "Premisas para un debate, Escuela Pública- Escuela Privada". Y antes, mucho antes, casi al comienzo del curso hubo un Encuentro entre Humanidades y Ciencias.... cuya consecuencia fue que al término de ese trimestre hubo que hacerse un test, pero no cualquier test. En el segundo trimestre parece que se sintió que era hora de organizarse e hincar codos. Y así se hizo. Y llegó el tiempo de prácticas, y se conoció en primera persona lo que se cocía en los coles. Y se reflexionó sobre la evaluación, pero de momento sólo eso; la cosa ya marchaba, para que asustarnos. Salimos del aula y escuchamos cantar "La Vida está en la calle”. Y tras esos momentos de Azar del primer trimestre, y esa Observación del segundo, se entró en el tercer trimestre, en el que surgió el Proyecto, "Míralo". Y más antes que después se leería "La Didáctica de la matemática que yo he vivido" de Don Alberto Aizpun López. Y se escuchó por todos los rincones de la Escuela el resonar de la traición.
En el capítulo dos “El encuentro”, se narra el encuentro con aquello que se había gestado durante esos nueve meses. Fue en el "Rincón del Silencio" y fue allí donde se leyó y se entendió lo que dijo el poeta Celaya "todo lo real llega por sorpresa".
En el capítulo tres llegaron “los regalos”: "Sobre la enseñanza de la Ciencia" de doña Mercedes Unamuno. "Historia de la Ciencia. Una sesión transcendental" de don Jesús Lahera Claramonte. "El negocio del arte" de don Fernando Polanco. "La filosofía en su lugar histórico" de don Antonio del Mazo de Unamuno.
En el capítulo cuatro “El expediente”, se muestra el punto 5 del acta del departamento en el que un sector mayoritario del departamento muestra su total desacuerdo con lo realizado por el profesor de marras, y posteriormente presenta una denuncia contra el profesor en el rectorado de la Complutense en el que "la demostración", tan en uso en matemáticas, brilla por su ausencia. En este capítulo también aparece la evaluación de los alumnos y alumnas, que, ciertamente, difiere de la opinión de este sector del departamento, así como la Declaración formal de guerra que presentaron l@s alumn@s en la Junta de Escuela.
En el capítulo cinco, titulado "¿A dónde vas?", se muestra los periplos acontecidos por el no profesor en su, quizás, intento de explicar lo ocurrido en aquel curso y el encuentro con Santi y su Sello. Para llegar a 1996 en donde impulsado por la Alcaldía de Galapagar se hace un llamamiento a todas las Instituciones de Galapagar para "encontrar un marco referencial en cuyo fondo palpite la Constitución".
Tras cuatro años de un trabajo intenso queda lo que queda. Luego teatrito y luego Partido del Mutuo Apoyo Romántico, y delirios, hasta llegar a 21. Y "Muerte y Limbo" y la película....y ganas de volver a vivir, o no, y todo seguramente para intentar explicar lo que ocurrió aquel 1989.
Trás ésta explicación y resumen del libro que hace su propio autor, ¿qué podemos añadir los lectores?
A mí me ha hecho reflexionar acerca de la enseñanza y de la didáctica de las matemáticas en concreto. He sufrido a malos profesores que me han hecho odiarlas, además de sentirme una inútil no sólo para las matemáticas, sino para las ciencias en general. Hasta que cansada de suspender los exámenes me planté y dije: Se acabó, de qué se trata ésto, no es en realidad aplicar el razonamiento, la lógica y el sentido común lo que se pretende. De manera que haciendo uso del más simple sentido común, y partiendo de la premisa de que para llegar a una solución se pueden seguir caminos y planteamientos diferentes, sin tomarte al pie de la letra todo lo que te habían enseñado, por fin fui capaz de aprobar la matemáticas y en el último curso disfrutar resolviendo derivadas e integrales y con los logaritmos y el número e.
El problema es que la enseñanza de ésta disciplina se aleja demasiado de la realidad para perderse en la más obscura abstracción y ésta es la causa de que nos perdamos en divagaciones sin llegar al quid de la cuestión y a encontrarle la enseñanza práctica.
Agradezco las lecturas que Luis nos muestra en su libro, él es consciente de los "regalos" que nos hace, porque después de todo me siento mejor y comprendo porque me costó tanto aprender matemáticas y no sólo yo sino a muchos alumn@s.
En cuanto al título "El Sello de Santi", mi interpretación es que es una acreditación al camino realizado, la superación de una etapa de la vida difícil de digerir. Os invito a leerlo, os aseguro que no os va a aburrir, al contrario, lo que no os va a dejar es indiferentes.