domingo, 30 de septiembre de 2018

La bruja 
(Camilla Läckberg)


La bruja es la décima novela de la saga “Los crímenes de Fjällbacka" ambientada en la región costera en la que nació y creció Camilla Lackberg.
La desaparición de Linnea, una niña de cuatro años, de una granja en las afueras de Fjällbacka, despierta trágicos recuerdos. Hace treinta años, una niña desapareció de la misma granja y luego fue encontrada asesinada. En esa ocasión, dos niñas de trece años fueron acusadas y condenadas de secuestrar y matar a la niña, pero por su corta edad se libraron de la cárcel. Lo que nadie se esperaba es que justo con la nueva desaparición, una de las hermanas condenadas acaba de regresar por primera vez desde lo ocurrido, ahora como célebre actriz para interpretar a Ingrid Bergman en una película que se grabará en el pueblo. Además, a los pocos días de iniciar la búsqueda de la niña desaparecida, será encontrada desnuda y muerta, justo en el mismo lugar en el que fue encontrada la otra niña asesinada, hace treinta años.
Con esta premisa se inicia una aventura entre el pasado y el presente en la que Patrik Hedström, junto con su equipo y su mujer Erika, tendrá que enfrentarse a una muerte que se entrelazará con otros hechos que podrán a prueba, por décima vez, al pueblo de Fjällbacka.
Lo habitual en las historias de Camilla es que se entremezclen varias líneas temporales y en este caso, lo vuelve a cumplir. Por un lado, tendremos el presente en el que se investiga la muerte de Linnea y por otro lado, la investigación que está realizando Erika para su último libro sobre la niña que fue asesinada hace treinta años. A estas dos historias se sumará una tercera que nos adentrará en 1672, en Bohuslänt con una mujer llamada Elin que vive en plena cacería de brujas. Por más que no sabemos hasta el final del libro (literalmente) cuál es la relación de Elin con los asesinatos, en esta época las cacerías de brujas están de “moda” y cualquier mujer podía ser acusada de serlo por lo que Elin, que vive con su hermana y el marido de esta que es un pastor, se va a ver metida en medio del drama.
En “La bruja” realmente no hay ninguna bruja, de ahí que una de las frases promociónales del libro haya sido “No te fíes del título ni de la portada. El libro no es lo que parece”. Sin embargo me parece una elección de título inteligente porque lo que sí que hay es una caza de brujas, en muchos aspectos, en las tres historias que narra.
Toca muchísimos temas como por ejemplo el racismo, las agresiones sexuales y el bullying, entre los que difieren de las anteriores historias y hacen que la novela y la serie sean aún más completas.
Camilla Läckberg (Suecia, 1974) publicó en 2003 su primera novela, La princesa de hielo, ambientada en Fjällbacka, la región costera en la que nació y creció. Debido a su gran éxito, abandonó su carrera como economista y se convirtió en la escritora de novelas de misterio que siempre soñó ser. Desde entonces, su trayectoria ha sido fulgurante y ha superado los veinte millones de ejemplares vendidos en más de cincuenta países con su serie Los crímenes de Fjällbacka. Para la autora las brujas de Sagan son siempre mujeres malvadas, pero para ella la palabra “bruja” tiene más bien una carga positiva. Después de leer sobre las persecuciones por brujería en Bohuslän, queda claro que la mayoría de las mujeres acusadas y asesinadas eran mujeres fuertes e independientes con un conocimiento que muchas otras mujeres y hombres no tenían. Por lo tanto, se las veía como una amenaza y se convirtieron en una suerte de víctimas cuando comenzó la caza de brujas.

miércoles, 12 de septiembre de 2018

La mujer habitada 
(Gioconda Belli)


Gioconda Belli es una poetisa y novelista nicaragüense que formó parte del Frente Sandinista de Liberación Nacional y cuya oposición a la dictadura del general Somoza la llevó a una condena a prisión y al exilio político. Después del triunfo sandinista ocupó distintos cargos en el gobierno, abandonando todos ellos para escribir ésta su primera novela. La mujer habitada, publicada en 1988, fue la primera incursión de Gioconda Belli en el género de la narrativa, pues todas sus publicaciones anteriores a esta obra fueron obras poéticas. La novela obtuvo un éxito de crítica y de ventas casi inmediato, a pesar de ser la ópera prima narrativa de la autora, a quien el éxito le llegó un tanto por sorpresa.
"La mujer habitada" nos habla de dos épocas y de dos mujeres cuyas vidas tienen varios nexos de unión en común como es la lucha contra el poder vigente: Itzá, una indígena que en primera persona nos narrará la época precolombina y su lucha contra los colonizadores españoles para defender su raza. El personaje Itzá vive un intenso amor – con el guerrero Yarince – al lado de quien lucha contra los conquistadores españoles. Es asesinada por los colonizadores y pasa a formar parte de la tierra durante siglos. Con el pasar del tiempo, Itzá florece nuevamente reencarnándose en un naranjo, que está ubicado en el patio de la casa de Lavinia. La guerrera se sorprende al reconocer que había vuelto para el mundo respirando a través de un nuevo cuerpo. Este naranjo que crece, floreciendo y dando frutos, en el jardín de la casa de Lavinia, es el puente para que Itzá vuelva a la vida por el cuerpo de Lavinia, que se verá “regada” por la fuerza de resistencia de la guerrera al beber un jugo hecho de las naranjas de sus ramas. Y Lavinia, joven arquitecta de los años 70, que al terminar sus estudios en Europa ve su país con ojos diferentes. Mientras trabaja en un estudio de arquitectos, Lavinia conoce a Felipe, y la intensa pasión que surge entre ambos es el estímulo que la lleva a comprometerse en la lucha de liberación contra la dictadura de el Gran General.
Lavinia, encarna el personaje principal de la novela de Belli, joven arquitecta recién llegada de Europa. Distanciada de sus padres y apegada a tu tía Inés y a su abuelo, quienes la apoyaban en sus sueños y le brindaban el amor que sus padres, por estar concentrados en el trabajo, no se lo brindaron, como ella deseaba en su interior. Al regresar a Faguas, su ciudad natal, vive en la casa de su difunta tía y trabaja en una empresa de arquitectos, donde conoce a Felipe, quien se convertiría en su gran amor y compañero de un nuevo proyecto secreto.
Itzá, fue una joven guerrera de una tribu aborigen, que luego de aprender el manejo del arco, se unió a los guerreros para defender su territorio y echar a los extraños (los españoles) y su falso dios. Pero al ser mujer, los integrantes de diferentes tribus, no la tomaban en serio al momento de reclutar guerreros y pedir ayuda para combatir; incluso no era admitida en las reuniones donde se tomaban las decisiones más importantes. Se puede decir que, en un sentido, es un personaje principal porque al introducirse en Lavinia como el jugo de una naranja, juega un papel importante e influyente en las decisiones de ésta, a través de sus sueños, de su inconsciente, ayudando a aclararle las dudas, ofreciéndole las respuestas.
La novela se sitúa en Faguas, la ciudad imaginaria de origen de la protagonista, perteneciente a América latina. En esos momentos, se vive la dictadura del Gran General, donde la pobreza y el temor conviven en la vida cotidiana de la clase obrera.
Se exponen en la novela los contrastes entre la clase obrera, la burguesía y la casta militar. Respecto a esta última, detentadora del poder, intenta integrarse en la clase burguesa adinerada, como forma de obtener el reconocimiento social, pero la burguesía no les cree dignos de moverse en sus círculos. Aún así, desde los círculos militares se intenta emular a los ricos y realizan todo tipo de ostentaciones para mostrar su poder. La familia Vela es un ejemplo de ese intento por parte del poder militar de igualarse o superar a la burguesía adinerada. La burguesía adinerada se muestra distante ante las consecuencias sociales de la dictadura -el miedo, la miseria, etc- viviendo en sus círculos cerrados con todas sus comodidades y aceptando la realidad como natural e inmodificable.
La novela trata de mujeres luchadoras, mujeres que buscan la libertad.
Además de el amor. El amor que nos presenta Belli en esta historia, no es un amor total ni perfecto, porque siempre está lastrado por los ideales de las protagonistas.
La lucha contra los miedos interiores, contra las sociedades que a cada una le tocó vivir, la discriminación social y política, hacen devenir las vidas de las dos protagonistas hacia un final que pretende demostrar que el espíritu de sacrificio merece la pena si los ideales por los que se luchan son justos.
La vida es un ciclo, que la historia se repite y que, precisamente por ello, debemos siempre aprender de nuestro pasado por muy lejano y ajeno que nos parezca.
 Dos historias que, por muy dispares que aparenten ser, nos muestran la resistencia, la fuerza, la solidaridad y nos enseñan que en cualquier época los sacrificios son necesarios para lograr un cambio.
La prosa de Gioconda Belli está llena de poesía. Su forma de escribir es elegante, sensible, culta, dulce incluso en los momentos más crudos de la novela que son muchos.
Es un placer leer libros tan bien escritos con los que disfrutas no sólo de la historia sino de la narración en sí misma.
 Una novela en la que se mezclan historia y ficción, realidad y magia y en la que se tratan temas no sólo políticos sino que nos habla también de amor, de pasión...
 Nos recuerda que siempre se puede luchar por un mundo mejor y más justo y nos insiste en que la resignación nunca es ni la solución ni el camino para llegar a ese mundo.
Nos muestra muy especialmente la necesidad de vivir "habitado" ya que sólo así conseguiremos una vida plena en contraposición a una vida vacía e indiferente que viene a ser una muerte en vida.

 "Viviremos en el crepúsculo de las alegrías, 
en el amanecer de todos los jardines. 
Pronto veremos el día colmado de la felicidad. 
Los barcos de los conquistadores alejándose para siempre. 
Serán nuestros el oro y las plumas, el cacao y el mango. 
La esencia de los sacuanjoches. 
Nadie que ama muere jamás"muere jamás"