jueves, 24 de mayo de 2018

Crónicas de Islandia 
El mejor país del mundo 
(John Carlin) 


John Carlin, es escritor, periodista y guionista, hijo de padre escocés y madre española. Nació en Londres, vivió su infancia en Buenos Aires y estudió en Inglaterra, país en el que reside en la actualidad. Colabora en varios medios internacionales, entre ellos El País, donde escribe sobre política y deportes. Fue corresponsal en México, Sudáfrica y Estados Unidos para el diario The Independent. Crónicas de Islandia, corresponde a diferentes entregas publicadas en su totalidad en el diario El País entre 2006 y 2012.
Nos cuenta en el prólogo que después de haber vivido en nueve países y trabajado como periodista en más de cincuenta, cuando le preguntan por su país favorito responde que siente ternura por Argentina, donde se crio; pasión por Sud- áfrica, donde vivíó los años más emocionantes; amor por España, donde nació su madre; y afinidad por Gran Bretaña, donde nació e hizo sus estudios. Pero el país que más le ha deslumbrado, aunque nunca haya vivido ahí, ni tenga con él el más mínimo vínculo familiar, es Islandia.
Le atrajo de Islandia el dato de Naciones Unidas de que era uno de los países con mejor calidad de vida de cualquier país del mundo. Y en 2006 viajó por primera vez a éste país para comprobarlo. Vio con sus propios ojos que era verdad. También pudo ver las secuelas de la crisis económica que en 2008 azotó al mundo occidental. Islandia fue el primero en caer en el pozo pero también, gracias al ingenio y pragmatismo de su gente, el primero en salir. Carlin, consultó con el islandés que tenía más a mano: el futbolista del F.C. Barcelona Eidur Gudjonssen , le dijo que contactara con su madre y entonces ella le diría a quién tenía que visitar para hacerse una idea cabal del país. El autor habla con la madre del futbolista que le aconseja que durante el tiempo que esté allí, con cualquiera al que entreviste, pregunte cómo es posible que, en el plazo de veinte años, hayan pasado de ser un país pobre, oscuro y atrasado a ser uno de los lugares más modernos, prósperos y en expansión de la Tierra. John Carlin muestra las bondades del país a lo largo de las entrevistas que tiene con políticos, deportistas, artistas y demás islandeses con los que se cruza.
Influye su localización entre EEUU y Europa. Es una mezcla de ambas sociedades, lo mejor de cada una. Valoran la capacidad del esfuerzo individual, y tienen unos valores mucho más europeos en cuanto a tolerancia o sistema de bienestar se refiere.
La pureza incontaminada del aire, barrido por vientos árticos, la baja inclinación del sol, ofrecen la lente perfecta al ojo. Es un país sin acabar, el paisaje cambia ante nuestros ojos. Cada diez años tienen una nueva erupción y aparece una isla o una montaña nueva, y tienen que ponerle nombre. Por eso son gente imaginativa y creativa.
La geología es el destino. Y lo que ha creado la geología en Islandia es de una belleza implacable. Los primeros colonos se valían por sí mismos, la independencia era su gran capital.
Aprovechar las oportunidades es algo que siempre han hecho los islandeses. Muchos rasgos del carácter y las costumbres que apuntalan la sociedad islandesa parecen proceder de los vikingos. Con seguridad, lo más importante, según cuenta Carlin, ha sido la extraordinaria importancia que han tenido en todos los aspectos de la vida, doméstica y pública, las mujeres. Una sociedad mucho más equilibrada, más femenina, más rica en matices y en sensibilidad ha permitido llegar a lugares a donde una cultura masculina no hubiera alcanzado jamás.
Según Carlin, porque “el mejor lugar del mundo para vivir” es, antes que nada, el mejor lugar del mundo para ser mujer: permiso de maternidad de hasta 9 meses (que puede repartirse como sea entre padres y madres), guarderías gratuitas, ayudas del estado, igualdad de género en el empleo… Y, socialmente, una cultura “tribal” que no estigmatiza el divorcio, en la que parejas, ex parejas y niños de varios matrimonios conviven en familias multiparentales, sin tabús ni dramas.
En Islandia hay una cualidad africana, las estructuras familiares, los niños pertenecen y se consideran pertenecientes a la familia en sentido amplio, la aldea. Otro de los datos curiosos de los que habla Carlin, es el “Libro de los islandeses”. Una especie de libro de familia que se remonta siglos atrás, y a través de esta página web https://www.islendingabok.is/ cualquier islandés puede conocer quiénes eran sus antepasados, a que se dedicaban, o que relación de parentesco tienen con cualquier otro compatriota, y si el tatarabuelo de su tatarabuelo era el mismo. Realmente sorprendente, pero que se puede llegar a entender en un país aislado históricamente, insular y con una población en torno a los 320.000 habitantes.
Islandia se considera un crisol de culturas, a fuerza de viajes y en parte por accidente que ha logrado reunir lo mejor de la humanidad. Todos hablan inglés, cosa que les permite comunicarse con el resto de los habitantes de otros países, porque el islandés es bastante complicado.
No posee Fuerzas Armadas, fueron abolidas en el siglo XIII, sólo una pequeña parte de los policías llevan armas. Se considera uno de los países más seguros del mundo.
Todos los hogares tienen agua caliente gratuita por cortesía de la naturaleza, gracias a los pasadizos subterráneos de tipo volcánico; en ningún otro país hay documentadas tantas erupciones volcánicas, y posee 33 volcanes.
Es un país de escritores y de lectores. Los islandeses compran más libros per cápita que cualquier otro país del mundo. Inventaron la novela, o algo muy parecido:”Las sagas islandesas”. Además de la capacidad de trabajo y en la fe de que las grandes ideas pueden hacerse realidad. El motor de su economía ha sido la creatividad y el poder del cerebro.
 Aparentemente parece que no tiene ningún fallo, sin embargo es un país con un alto índice de borracheras. Aunque su sistema sanitario cubre los tratamientos de desintoxicación. Ha sido un país que al tener una alta renta per cápita también ha sufrido a los “nuevos ricos” que no sabían en que gastar su dinero. Fueron los excesivos caprichos de la élite bancaria una de las causas de la crisis.
El clima en invierno es muy duro, hace muchísimo frío, aunque gracias al sistema de calefacción gratuita pueden sobrellevarlo. Islandia, el país que más estrepitosamente entró crisis, y el primero en salir, es un modelo a seguir. Salió de ésta situación a través de una feminización de la política y pudieron probar de nuevo su capacidad para afrontar la diversidad. Fue entonces cuando los altos cargos políticos y financieros responsables de la debacle de los bancos islandeses (en su mayoría hombres) fueron despedidos y reemplazados por mujeres, venidas a implantar una mentalidad sostenible, centrada en el largo plazo y que privilegia la creatividad, las energías renovables y la educación como fuentes de desarrollo antes que la industria o el mercado financiero. Como le cuenta una ministra: “Se ha cambiado la naturaleza de la discusión” y ahora parece que los hombres han aprendido a pensar, también, como las mujeres". El centro de atención política cambia cuando hay más mujeres en el gobierno.
John Carlin nos desvela una sociedad tan particular como ejemplar. Una sociedad moderna, abierta y cordial que ha velado por la cultura y ha logrado la felicidad de sus miembros como ninguna otra. El nos muestra en éste libro que conocer Islandia va más allá de su asombrosa naturaleza, que muchas veces se diría extraterrestre y de sus paisajes, es entrar en los hogares, en los lugares de trabajo y los despachos y conversar con su gente. El libro de John Carlin nos da la ocasión de hacerlo y nos ofrece una visión tan imprescindible sobre el país como entretenida y amena.
Me quedo con que es el mejor país del mundo para ser mujer. Islandia es el que tiene mayor igualdad de género, seguido por Finlandia, Noruega y Suecia. Ya nos comenta el autor en éstas páginas que Islandia toma de Europa el sistema de bienestar y tolerancia, en especial de los países nórdicos. Nuestra sociedad tiene mucho que aprender de Islandia, porque todavía no se ha logrado el nivel de igualdad que hay en estos países. Una vez que se logre la igualdad efectiva, gracias a la educación y a la inserción de las mujeres en el mercado laboral, como se ha llevado a cabo en este país, acceder a posiciones de poder, para que valores como la sostenibilidad, el pensar a largo plazo, el trabajo en equipo y la responsabilidad, valores más relacionados con la propia naturaleza femenina, nos ayudaran de una vez por todas a salir de la crisis. Tenemos mucho que aprender de éste país y ojala llegue el momento en que como comentaba una ministra islandesa, también en España, los hombres aprendan a pensar como las mujeres.